La adicción a los videojuegos ya es una enfermedad mental
Un total de tres síntomas son fundamentales para determinar dicho diagnóstico
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
Las largas sesiones de videojuegos ocupan hoy en día un lugar muy importante en la vida de aquellos apasionados a este multitudinario pasatiempo. Esta escena se repite con asiduidad en millones de hogares en todo el mundo, tanto que en algunas ocasiones puede transformarse de un simple entretenimiento a un problema serio de adicción y aislamiento. Una situación que se ha multiplicado con el paso de los años y que en 2018 podría pasar a formar parte de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS.
La adicción a los videojuegos, conocida a partir de ahora como trastorno del juego, es «un patrón de comportamiento persistente o recurrente en los videojuegos que puede ser offline o a través de internet. Este patrón es de suficiente gravedad como para provocar un deterioro significativo en campos como el personal, el familiar, el social, el educativo, o el ocupacional», aseguran desde la Organización Mundial de la Salud.
Síntomas clave de la adicción a los videojuegos
Para que la adicción a los videojuegos sea diagnosticada como enfermedad mental, el paciente debe presentar un patrón de comportamiento constante e irrefutable durante al menos doce meses. La OMS establece además tres síntomas clave que determinan la presencia de dicho trastorno:
- El primero está relacionado con la imposibilidad de controlar la frecuencia, la intensidad y la duración del tiempo de juego.
- Después, es muy importante tener en cuenta la prioridad que se le da a esta actividad frente a otras cuestiones vitales como el descanso, la alimentación o las relaciones personales.
- El tercer síntoma de la adicción a los videojuegos apunta a la posibilidad de que haya un aumento de las conductas que se le atribuyen. Incluso cuando las consecuencias negativas son evidentes para el paciente.
Un diagnóstico de lo más polémico
Como en muchas otras enfermedades mentales, este diagnóstico no está abalado por toda la comunidad científica. Una postura que podría afectar a la aprobación del borrador que defiende la aparición de trastornos patológicos como consecuencia de la adicción a los videojuegos.
Sin embargo, las reacciones no se limitan al ámbito de la medicina. A través de un comunicado oficial, la Entertainment Software Association ha criticado que «la OMS sabe, gracias al sentido común y datos objetivos, que los videojuegos no son adictivos. Y etiquetar a los jugadores de esa forma, desvirtúa verdaderas enfermedades mentales como la depresión o el trastorno por ansiedad, que merecen tratamiento y la dedicación plena de la comunidad médica. Por lo que animamos fuertemente a que la OMS recapacite su decisión».