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Visión de futuro

Visión de futuro

El calificado como emblemático edificio del antiguo Sindicat de Felanitx, antaño exponente de la pujanza vinícola de la comarca, fue finalmente adquirido por el Consell de Mallorca por 1,8 millones de euros tras años de abandono. Hace años hubieran podido ahorrarse 1,7, cuando fue ofrecido al ayuntamiento por 150.000. Pero esta es otra historia.

Puesta la mirada en la mole, primero se hicieron la ilusión -aunque nunca se llegó a concretar la oferta- de que podría albergar un museo dedicado al felanitxer Miquel Barceló, aunque más adelante, en vista del éxito, se caviló que ya en la línea de dedicar el edificio al arte, podría albergar la primera facultad de Bellas Artes de las Baleares. Sin embargo, la idea tampoco tuvo mayor recorrido.

Pero hete aquí que por fin parece que. estrujadas las meninges, ha surgido la propuesta definitiva. El Consell pedirá a Europa -como antes el Ayuntamiento de Palma pidió los 6 millones para la reforma del Casal Balaguer- una cantidad a la altura del proyecto que ahora se propone para Felanitx, 30 millones de euros.

En el marco del proyecto Mallorca Circular-Next Generation del Consell de Mallorca, la entidad insular ha solicitado fondos europeos para afrontar la recuperación y reforma del edificio del Sindicat como centro de arte internacional. Comenzando por convertirlo en un edificio para fomentar una sociedad inclusiva, innovadora y reflexiva. Y a continuación convertir el centro en «un recurso educacional para entender y apreciar el arte contemporáneo, además de desarrollar una nueva manera gestionar el arte creando sinergias público-privadas».

¿Estamos ante una propuesta seria o es el fruto de alguna idea puesta en ebullición? En Europa no atan los perros con longanizas y 30 millones de euros es mucha pasta para a asumir el riesgo de que tan fabuloso proyecto pueda acabar en saco roto. En todo caso, el Sindicat ya es público. Otra cosa es que al final pueda albergar algo consistente, en lo que algunos basan el despertar de toda una comarca que ha perdido empuje. Se verá.

A otra cosa mariposa. De un posible futuro centro de arte a otro que ya es una realidad desde hace años: el Museo de Es Baluard. Conviviendo con su colección estable, los museos han decidido ahora montar exposiciones temporales, a las que aún les falta mucho trecho para poder acabar en las salas del propio edificio. Pero así se escribe la historia.

Una de las últimas muestras temporales de Es Baluard ha consistido en una exposición de trapos de cocina. Su autora, la artista Elena del Rivero, invitó a la ciudadanía a ser partícipe del Archivo del polvo: An Ongoing Project, en la que se enmarcará la muestra, creada a partir de trapos usados que luego se colgaron en hilos de tender. La exposición nos permite -es algo realmente asombroso- reflexionar sobre la pérdida de la memoria colectiva y el dolor, así como sobre la construcción de los pilares existenciales que conforman las creencias y valores de las sociedades contemporáneas (sic). Hay que ver lo que pueden dar de sí algunos trapos de cocina. Pero tienen que ser sucios, claro está.

La muestra suponemos que tendrá su comisariado, si acaso un estipendio para la artista y, lógicamente, sus gastos de montaje. Dado que una parte de la misma han sido donaciones, quizás convendría no incluir en la factura el material usado, no fuera a ser que, además de reflexionar, acabemos también prevaricando por malversar dinero público.

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