A ver si es verdad que se hace justicia con Roures
Jaume Roures está molesto… ¿Qué tendrá Jaume Roures? La respuesta empieza y acaba en un palabra: justicia. La misma que lo investiga y acorrala por su más que probable participación en el golpe de Estado que culminó en el referéndum ilegal del 1 de octubre. También por la tendencia de sus empresas a utilizar los territorios offshore. La alargada sombra de las investigaciones judiciales lo persigue sin descanso. Algo que no gusta al aún magnate de los derechos televisivos del fútbol —ya veremos si con todos estos indicios sigue manteniendo dicha posición—. Le desagrada que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hagan su trabajo y lo quieran investigar a fondo. Algo que es obligación, ya que han de llegar hasta el final y dirimir si, como todo hace indicar, Roures fue uno de los principales agentes de la maniobra que pretendía partir España en dos.
Así lo cree la Guardia Civil, que lo define como «elemento capital» del separatismo. Por eso han tomado declaración a empleados de Mediapro. Jaume Roures posee una dicotomía en su comportamiento digna del diván de Sigmund Freud. Se hace rico gracias a España y después apoya a los que tratan de romper España. Pura coherencia «proletaria» la de un hombre que, además, no tenía ningún problema en que las compañías que acaudillaba tuvieran sociedades en paraísos fiscales, lugares donde los impuestos son un incordio inexistente para empresarios con nula catadura moral. Un hombre al que se le llena la boca hablando sobre los defectos de la sociedad, que da clases de ética y moral a través de su diario Público y que, en general, es un aficionado a la teoría —poco a la práctica—no debería negarle los impuestos de sus negocios al territorio que le abulta el bolsillo.
Más que nada porque ese dinero que no declara es dinero que pierde Sanidad, Educación, Dependencia o Pensiones. Los españoles deben y merecen saber quién es realmente Jaume Roures. Un hombre que, además, y por si fuera poco, ha sido identificado por la Guardia Civil en reuniones clave que mantenían los golpistas del 1-O tal y como ya publicara en exclusiva OKDIARIO durante el pasado mes de diciembre. Las investigaciones siguen. Deben esclarecer hasta qué punto este hombre colaboró con los sediciosos. Una persona habituada a semejantes deslealtades no puede seguir viviendo con una desorbitada abundancia gracias a un monopolio que le hace capitalizar el dinero de todos los aficionados al fútbol.