TVE, la voz de su amo

TVE, la voz de su amo

Por si había alguna duda del grado de sectarismo y manipulación de la televisión pública, en connivencia con el Gobierno socialcomunista, el último ejemplo es clarificador: La 2 de TVE ha utilizado un programa infantil para burlarse de Mariano Rajoy, ex presidente del Gobierno desde 2011 a 2018. Ha sido en el programa Aprendiendo en casa que emite la cadena pública dirigido a los estudiantes de entre 12 y 16 años debido a la ausencia de clases por el coronavirus.

Un profesor de lengua ilustraba sobre los «mensajes incoherentes», aquellos que»carecen de la conexión de las partes en un todo, en una unidad textual; solidaridad que debe existir entre los significados de un texto». Y como ejemplo ha puesto algunos discursos de Rajoy con la siguiente explicación: «Son célebres algunos discursos disparatados de Mariano Rajoy, presidente de España, en los que cometía garrafales y divertidos deslices que se hicieron enseguida virales en las redes sociales. A partir de ellos se han realizado siempre originales parodias, como en esta ocasión en que dijo cuanto mejor, peor para todos, y cuanto peor para todos, mejor». Este es un mensaje incoherente», ha señalado el profesor por la pequeña pantalla.

El Ministerio de Educación, que patrocina el programa de la televisión pública, trató después de disculparse alegando que se trataba de un «error involuntario». De error, nada. Y de involuntario, menos. Más bien al contrario. Lo ocurrido tenía toda la intención, muy aviesa por cierto. Se trataba, en suma, de denigrar al anterior presidente del Gobierno, del PP, por razones obvias. También TVE aseguró que se trataba de un error, algo «inapropiado» e «irrespetuoso» que «jamás debió ser emitido en espacio infantil». En el resto, sí, cabe suponer.

No es la primera vez ni será la última que la cadena pública carga en las últimas semanas contra el PP, bien entrevistando a dirigentes o militantes podemitas enmascarados o haciendo, como ahora, chanza y burla del anterior jefe del Ejecutivo.

Y encima tienen la cara de asegurar que se trata de un «error». Estamos ante una estrategia sistemática de denigración del principal partido de la oposición y de blanqueo del Gobierno. En plena ofensiva contra la la libertad de información, la televisión pública se suma a la campaña socialcomunista contra el crítico o el discrepante. Lo que está pasando es gravísimo y estamos sólo al principio.

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