Torpedo comunista a la libertad de mercado

El último borrador  del decreto sobre la regulación de la publicidad de los juegos de azar elaborado por el Ministerio de Consumo del comunista Alberto Garzón es un ejemplo claro de intervencionismo sin límites y constituye un ataque a la libertad de empresa propio de quien tiene una visión totalitaria del mercado. La publicidad de las casas de apuestas ‘online’ y los juegos de azar se limitará a un horario de madrugada, de 1:00 a 5:00, tanto en radio como en televisión, y excluye la posibilidad de patrocinios en camisetas o estadios. Sólo Loterías del Estado y la ONCE se quedarán fuera de las restricciones.

Con independencia de que parece evidente que hay que proteger a los menores de edad, el sector de los juegos de azar está en la actualidad regulado, lo que significa que las distintas administraciones han ido de forma paulatina incorporando nuevas medidas de protección y control.

Lo que hace el Ministerio de Consumo es, sencillamente, torpedear la línea de flotación de un sinfín de empresas que habían adaptado su negocio a las regulaciones existentes y que, ahora, se verán impedidas por decreto a desarrollar su actividad. El daño será extensivo a las radios, las televisiones y las competiciones deportivas, víctimas del totalitarismo comunista de Alberto Garzón.

En un momento en que las empresas atraviesan enormes dificultades financieras, el Gobierno cercena de raíz cualquier posibilidad de afrontar con garantías un plan viable de negocio, lo que provocará la destrucción de miles de puestos de trabajo. El intervencionismo del Ministerio de Consumo sobrepasa todos los límites, al arrogarse el Gobierno un papel de tutor de los ciudadanos que responde a su idea de que  no somos lo suficientemente adultos. Es de un paternalismo totalitario atroz e incompatible con una democracia plena. Garzón destroza los planes empresariales del sector al quebrar las reglas más elementales del libre mercado y condena al desempleo a miles de personas. Puro comunismo.