Sanchismo de pinganillo: del esperpento a la claudicación

pinganillo

Hoy se consumará en el Congreso de los Diputados la cesión al separatismo consistente en que los diputados que lo deseen puedan expresarse en el pleno en sus lenguas maternas, concesión que tendrá un precio, hasta finales de año, de 280.000 euros, si bien esta cantidad ha sido provisionada sin saber el número de plenos que se celebrarán de aquí a diciembre.

Un derroche para hacer frente a una bolsa de 12 traductores que serán pagados mediante contratos menores (los de importe de hasta 15.000 euros cada uno). En principio, los traductores facturarán por servicio entre 80 y 100 euros la hora. A esto hay que sumarle 53.500 euros por el alquiler de equipos para traducir a los diputados que quieran expresarse en en euskera, catalán, gallego, valenciano y aranés. También se han adquirido 450 auriculares, con un coste de 7.600 euros.

Esto en lo relativo al coste económico, pero hay otro coste que no puede determinarse de forma material y que tiene que ver con el deterioro de la imagen de la sede de la soberanía nacional, convertida en un esperpento. El separatismo ha logrado su primer propósito: que la presidenta socialista del Congreso, Francina Armengol, contribuya al aquelarre idiomático. Resulta sencillamente obsceno que siendo el español la lengua oficial del Estado, según el artículo 3 del título preliminar de la Carta Magna -el resto de lenguas son sólo oficiales en sus respectivas Comunidades Autónomas-, se dilapide el dinero público en satisfacer las demandas de quienes, precisamente, han hecho bandera de su oposición al castellano.

Es de una vileza atroz, además de una expresión de catetismo, ceder ante las pretensiones de los que llevados por su odio a España pretenden maniatar al español, lengua que todos los españoles tienen el deber de conocer y el derecho a usarla. Lo que se vivirá hoy en el Congreso será la prueba del nueve del nivel de degradación institucional que ha alcanzado la democracia española de la mano de un presidente que ha hecho de su permanencia en el poder un zoco.

Lo último en Opinión

Últimas noticias