Sánchez y el continuo deterioro en el mercado laboral

Sánchez y el continuo deterioro en el mercado laboral

Aunque los datos de diciembre referentes a paro registrado y afiliación a la Seguridad Social hayan presentado una bajada del paro y un aumento de la afiliación a la Seguridad Social, son, sin embargo, muy malos datos, sin paños calientes posibles.

Son pésimos datos porque, por séptimo mes consecutivo, el de diciembre es el peor mes en la evolución del paro registrado y de la afiliación a la Seguridad Social desde la crisis, como anteriormente fueron los peores junio, julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre desde entonces.

Por otra parte, el paro desestacionalizado –al eliminar el efecto de la campaña navideña– apenas baja y en términos interanuales también hay que remontarse al año 2013 para encontrar un diciembre peor, tanto en paro como en afiliación.

Si nos centramos en la evolución de los contratos, la contratación indefinida cae en tasa interanual en diciembre, un 3,94%, mientras que al llegar Sánchez crecía un 19,62%. Si lo analizamos en el cómputo del acumulado del año, entonces la contratación indefinida cae un 5,49% respecto a 2018, mientras que cuando se produjo la moción de censura crecía más de un 16%.

Y por la parte de la afiliación, ese mínimo incremento de los afiliados medios queda reducido a la nada si analizamos la evolución diaria de la afiliación a la Seguridad Social. De esa manera, podemos comprobar cómo sólo en un día, el 30 de diciembre, se perdieron más de 40.000 afiliados a la Seguridad Social, que en términos mensuales supuso alrededor de 90.000 afiliados diarios menos en el mes de diciembre. Es decir, por mucho que la media lo suavice, la tendencia es mala.

Todo ello, muestra el continuo deterioro del mercado de trabajo, especialmente acentuado en los últimos meses. La inseguridad económica en la que Sánchez ha metido a España ha cristalizado en una ralentización de la actividad todavía mayor a la que le correspondía por la parte bajista del ciclo económico. Esa inseguridad se torna ahora en preocupación de los agentes económicos al leer el programa de Gobierno que ha pactado con Podemos, donde es la formación de extrema izquierda la que parece liderar el contenido económico del futuro Ejecutivo, por mucho que nombren vicepresidenta a Calviño.

España no está para experimentos, sino para reformas que le permitan seguir creciendo con fuerza, atraer inversiones, acrecentar la prosperidad y crear puestos de trabajo. Sólo así podrá resolver, al menos en parte, algunos de sus problemas, como el relativo al sistema público de pensiones.

Si la inseguridad ha generado este parón en la actividad y este continuo deterioro del mercado de trabajo, qué no sucederá aplicando políticas expansivas del gasto, derogando la reforma laboral y subiendo los impuestos. Eso puede ser letal para la economía. Sánchez debería reflexionar y abortar ese acuerdo. Y si no lo hace él, deberían hacerlo el grueso de sus compañeros de partido, que deberían estar horrorizados por la deriva a la que está llevando al PSOE.

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