La Reina Letizia no renuncia a usar tacones en su viaje a Alemania
La Reina consorte española decidió dar a conocer recientemente su problema de metatarsalgia -dolor en la planta de los pies- y la formación de un neuroma de Morton -inflamación de los nervios situada entre el tercer y cuarto dedos del pie- en los corrillos que se forman alrededor de ella y del Rey Felipe durante la recepción del 12 de octubre en el Palacio Real. Según cuentan algunos compañeros de los medios de comunicación, la Reina llegó a descalzarse los zapatos beige claros con un tacón de 10 centímetros que llevaba puestos y comentar que sin ellos su aspecto desmerecía bastante con el resto de la indumentaria que vestía: un vestido largo, verde claro, con pequeños topos blancos. Las amplias explicaciones de doña Letizia acerca del dolor intenso que le producen las dolencias que sufre, derivadas mayoritariamente del uso continuado de zapatos de tacón de aguja de más de 10 y hasta 15 centímetros, hizo pensar a más de uno de los que estaban presentes que la Reina iba a moderar de ahora en adelante la altura de ese tipo de calzado.
Esa impresión dio al verla en la despedida oficial a los Reyes cuando se dirigían a Berlín, primer paso de su visita de Estado a Alemania realizada esta semana. Vestida con un elegante traje oscuro de raya diplomática, las fotos e imágenes de televisión mostraron a la Reina con unos zapatos de tipo masculino, de gruesa suela de goma, cómodos y sin riesgo de empeorar sus dañados metatarsos y su neuroma de Morton. La consecuencia de ese detalle, pensamos algunos, era que esa norma que sólo se aplica a las mujeres de que “para lucir hay que sufrir”, quedaba atrás y doña Letizia se iba a decantar por acortar la altura de sus tacones para no padecer ese intenso dolor que se manifiesta, sobre todo, cuando pasas un largo rato de pie y clavada en un lugar. Esa postura hace que todo el peso del cuerpo se descargue sobre las plantas de las extremidades inferiores y el dolor se intensifique a pesar de que la Reina es una persona delgada y su peso no debe pasar de los 50 kilos o menos.
Fue una impresión fugaz porque ese mismo día del viaje, la consorte de Felipe VI apareció ya en la capital alemana con unos zapatos de tacón aunque no demasiado altos y a partir de ese momento, la altura de sus zapatos fue creciendo hasta llegar a unas preciosas sandalias doradas de 15 centímetros de altura que llevó la noche del lunes en el Palacio de Bellevue, donde se celebró la cena de gala ofrecida por el presidente alemán en honor de los Reyes españoles. A pesar de las plataformas que llevan ahora la mayoría de los tacones que calza la Reina, que amortiguan en parte el dolor que le causa el calzado que ella ha estado usando desde que se casó con don Felipe, lo que ha quedado claro después de la confesión de sus dolencias es que doña Letizia no va a renunciar a usar sus elegantes tacones de aguja para que su aspecto no desmerezca de su rango de ser reina consorte de España.
Y para terminar, un detalle que añadir a la no conveniencia de operarse del neuroma de Morton que han aconsejado los doctores de la Reina: por experiencia puedo asegurar que la recuperación de esa intervención quirúrgica no es tan rápida como aseguran algunos cirujanos y además en algunos casos te obliga durante una o dos semanas a usar una bota quirúrgica y desterrar algún tiempo los altos zapatos de tacón. Lo aconsejable, para algunos que han sufrido ese padecimiento, es recurrir a la fisioterapia o a las infiltraciones. Y confiar en que eso te alivie de forma eficaz.
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