¿Qué te apuestas?

¿Qué te apuestas?
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¿Qué te apuestas? era una frase común para terminar cualquier discusión, una especie de duelo que, si se aceptaba, uno terminaba teniendo que reconocer (y pagar) la razón del otro, y, si se rechazaba, quedaba al descubierto la inseguridad del acobardado.

No sé si ya es tan frecuente esa frase. Ahora Google nos evita las discusiones menores. Basta consultar quién, cuándo o cuánto de algo, y el buscador pone fin a la disputa. Google ha hecho más por la eliminación de apuestas que el ministro Garzón ¡Y encima le ponen una tasa!

Pero aún no puede adivinar el futuro. Así que, con el permiso de Garzón y como soy mayor de edad, voy a hacer una apuesta.

Mi afirmación es la siguiente: los presupuestos son una gran mentira, una tomadura de pelo y reto a quien sostenga lo contrario. Si se alcanza la cifra de ingresos que ha dicho el Gobierno daré 1000 euros a quien acepte la apuesta. Pero, si no se alcanza esa cifra, el valiente apostador me tendrá que dar a mí 1 euro por cada millón de euros que falte para alcanzar lo que Montero ha dicho.

Así de fácil, no les voy a aburrir con cifras para demostrar la gran mentira del Gobierno en forma de ley de presupuestos. Si alguien cree que es verdad, se admiten apuestas. Si la ministra Montero o cualquier compañero de Gobierno se creen lo que han presentado, aquí me tienen. Si el hermano economista de Garzón, periodistas de parte, diputados bienpagados o cualquier sanchista creen lo que dice su líder ya saben, no me vengan con discursos y apuesten.

Aquellos dicen que va a haber un rebote de la economía, que en 2021 vamos a crecer al 9,8% y que, gracias a ello y con los nuevos impuestos a diésel, a los ricos y a los pagafantas, entre otros, aumentara la recaudación fiscal un 13% y los ingresos en general un 14,7%. Se creen que han hecho el presupuesto que haría Robin Hood y que salimos de una etapa neoliberal (si es neoliberal acumular 1.300.000.000€ y un gasto publico del 42% PIB, que venga Hayek y lo vea).

No se lo creen ni ellos. Ese es el problema. Y esta apuesta es la prueba.

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