¿Qué había en el móvil de Sánchez que ha costado 30 millones y el Sáhara?
A Sánchez le robaron 2,6 gigas de información en una sola intromisión en su teléfono móvil
Dada la gigantesca mentira en la que se ha subido Pedro Sánchez a cuenta del espionaje de Pegasus no es baladí preguntarse por el material sensible que ha podido ser robado de su móvil desde el «exterior». Y como ese «exterior» apunta directamente a Marruecos, habrá que determinar si fue una casualidad que su teléfono fuese espiado el 19 de mayo de 2021 y el 16 de junio de ese mismo año el Ministerio del Interior dictara una resolución por la que otorgaba al Ministerio del Interior de Marruecos una ayuda de 30 millones de euros para sufragar los gastos de la vigilancia de fronteras, poco después, además, del asalto a Ceuta. Pudo ser casualidad o causalidad, porque habrá quien piense que el móvil del presidente contenía información sensible que, en manos de Marruecos, precipitó la ayuda de España a Rabat justo cuando la nación vecina estaba en actitud beligerante.
El 19 de mayo de 2021, el software espía Pegasus se activó por primera vez en el teléfono del presidente del Gobierno. Las sospechas se centran en Marruecos, que menos de un mes después era obsequiado con una línea de crédito de 30 millones para material de vigilancia para luchar contra la inmigración ilegal. No es descabellado plantear la siguiente hipótesis: si Marruecos conoció información relevante y comprometida de Pedro Sánchez, bien pudo ponerle precio a la misma. Primero, 30 millones de euros y una actitud de sumisión a Rabat incomprensible en un momento en que las autoridades de Marruecos agitaron e instaron la invasión de Ceuta. Lo que vino después ya fue un triple salto mortal, porque de manera unilateral y rompiendo décadas de consenso en política exterior, Sánchez regaló a Marruecos el Sáhara, al apoyar su propuesta sobre este territorio. Entre la casualidad y la causalidad, conociendo cómo se las gasta Pedro Sánchez, lo más lógico es barajar la sospecha de que el Sáhara y 30 millones de euros han podido ser el precio que el Gobierno ha pagado por la información robada.