Prosperidad frente a delirio
Los dirigentes de Podemos siguen al pie de la letra la máxima del nazi Joseph Goebbels: «Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad». El jefe de propaganda y comunicación del Tercer Reich creía en el poder de la falacia para inocular sus mensajes e ideas políticas. En el partido de Pablo Iglesias es como si remedaran ese modus operandi comunicativo, a tenor del comportamiento generalizado de sus representantes. Sin embargo, de poco les vale. Especialmente en asuntos económicos, ya que los elementos objetivos —y no los delirios— son los que marcan el ritmo del día a día. Por mucho que los morados traten de criticar y demoler la política laboral del Partido Popular, se encuentran una y otra vez con cifras de récord.
España no sólo ha sido el país de la Unión Europea que más ha crecido en 2016, además va camino de conseguirlo también en 2017. Ante el mantra podemita de que «la precariedad laboral se agrava», los números siguen hablando por sí solos. El sólido crecimiento de nuestra economía —por encima del 3% para el presente ejercicio según todas las previsiones— pone sus cimientos sobre la imparable creación de empleo. Una expansión donde cantidad y calidad son parte del mismo contexto. Fátima Báñez y su equipo del Ministerio de Trabajo han conseguido un nuevo récord a lo largo del mes de junio: el paro ha bajado en 98.300 personas y, lo que es más importante, las afiliaciones a la seguridad social han registrado su segunda mejor marca en ese mes desde 2006.
La ministra cogió un mercado laboral a finales de 2012 que estaba en la UVI. Cinco años después, lo ha situado a niveles anteriores a la crisis. Un trabajo denodado que no sólo nos ha devuelto al máximo nivel de la economía europea, además nos convierte en un país idóneo para atraer inversión extranjera y, de esa manera, seguir perseverando con más garantías en el crecimiento. No obstante, y como decíamos anteriormente, no sólo se trata de la exuberancia cuantitativa de las cifras. También está la calidad de las mismas. El 90% del empleo que se ha creado en España durante el último año es a tiempo completo. Nuestro país lleva 41 meses consecutivos al alza en las contrataciones indefinidas. Debe ser duro para Pablo Iglesias y los suyos que la prosperidad le gane constantemente la batalla a sus delirios. Duro porque Podemos no tiene futuro en un país estable y sin conflictos. El populismo totalitario en sí mismo es confrontación y carencia o no es nada. De ahí que si la realidad no acompaña, intenten construir mantras aunque sea a base de falacias.