Progresistas, democráticos… y un poco etarras

Sánchez ETA golpistas

Con ocasión del desarme de la banda asesina ETA en 2017, el que gracias al PSOE va a volver a ser de nuevo alcalde de Pamplona, Joseba Asirón (EH Bildu), dijo que «estoy persuadido de que, como ha habido distintos tipos de violencia y, consecuentemente también, diferentes tipos de víctimas, si algo une a todas, a Tomás Caballero (concejal de UPN asesinado por ETA en 1998) o a Germán Rodríguez (abertzale muerto por un disparo de la Policía en 1978), es que sus familias tienen el mismo dolor»; igualando así a las víctimas con los verdugos. En mayo de este año 2023 el Ayuntamiento de Pamplona celebró un pleno en la que los grupos municipales recordaron a Tomás Caballero, concejal muerto a tiros en la puerta de su casa cuando se dirigía a trabajar al consistorio. Todos menos EH Bildu, de Joseba Asirón, que se negó a apoyar un texto de recuerdo que ni siquiera incluía condena hacia sus asesinos.

A este Joseba Asirón de EH Bildu es al que el PSOE va a volver a hacer alcalde de Pamplona a través de una moción de censura contra la actual alcaldesa, Cristina Ibarrola, de Unión del Pueblo Navarro, quien resultó ganadora de las últimas elecciones municipales. Un nuevo pacto entre PSOE y Bildu que se suma a los del Gobierno Foral de Navarra, presidido por la socialista María Chivite desde 2019 gracias a la abstención de Bildu; y a los del mismo Pedro Sánchez, quien ya logró sacar adelante su moción de censura contra Mariano Rajoy gracias a los votos a favor de Bildu, volvió a ser investido en 2019 con sólo 2 votos de diferencia, 167 síes frente a 165 noes, gracias a que los 5 diputados de Bildu se abstuvieron, y de nuevo en 2023 ha sido investido gracias a los 6 votos a favor de Bildu. «Con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo digo 5 veces, o 20. Con Bildu no vamos a pactar. Con Bildu, se lo repito, no vamos a pactar», prometió Pedro Sánchez en la campaña electoral de 2015.

Para mostrar su apoyo al nuevo pacto entre el PSOE y Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona, ha dicho el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que así «habrá en España otra alcaldía más progresista en nuestro país y una menos de derechas» y que él no tiene «ningún problema con que un partido progresista democrático de este país se haga con una alcaldía de una capital de provincia de España». Lo de progresista y democrático lo ha dicho en relación a Bildu, hay que aclararlo porque resulta difícil de comprender que se refiera así al partido heredero de los asesinos de los socialistas Fernando Múgica, Fernando Buesa, Ernest Lluch y hasta un total de 11 militantes socialistas que se encuentran entre las casi 1.000 víctimas mortales de la banda asesina.

El único motivo por el que no podemos decir que Bildu sea ETA y los tengamos que llamar herederos o sucesores de la banda terrorista, es porque así lo sentenció el Tribunal Constitucional gracias al voto de su presidente, el masón Pascual Sala, que rompió el empate en una votación en la que los 6 magistrados elegidos a dedo por José Luis Rodríguez Zapatero con el objetivo de legalizar sus pactos con ETA, se impusieron a los 5 que estaban a favor de mantener la resolución del Tribunal Supremo que había ilegalizado todas las candidaturas de Bildu al considerar que éstas se enmarcaban dentro de un proyecto «gestionado, dirigido, coordinado y articulado por el complejo ETA – Batasuna». Esa decisión política los convirtió en un partido legal, pero no les borró los precedentes etarras.

Todas las asociaciones y colectivos de víctimas del terrorismo han denunciado repetidamente que EH Bildu ha justificado en numerosas ocasiones los atentados de ETA, han incorporado en sus filas a numerosos etarras condenados, nunca han rechazado la violencia etarra, y han promovido infinidad de actividades de homenaje a los terroristas. Y todo esto no es algo del pasado, sino que sigue pasando hoy en día. Covite registró 547 actos de apoyo explícito a ETA a lo largo de 2022, lo que supuso un aumento del 139% respecto a 2021. Los progresistas y democráticos dirigentes de EH Bildu no han condenado nunca ni uno de esos actos e incluso los han promocionado y participado en ellos.

El actual líder del progresista y democrático Bildu es Arnaldo Otegui, con u entre la g y la i, como se pronuncia en español y como lo escribieron en sus sentencias los jueces que lo han condenado hasta en 4 ocasiones porque fue uno de los terroristas de ETA político-militar que se pasaron a ETA militar. Su portavoz en el Congreso es la progresista y democrática María de las Mercedes Aizpurua, que también fue condenada por la Audiencia Nacional a un año de prisión por apología del terrorismo. Y en las pasadas elecciones autonómicas y municipales, los progresistas y democráticos socios del PSOE llevaron en sus listas a 44 candidatos condenados por terrorismo, de los que siete eran asesinos sanguinarios.

Pedro Sánchez ya ha explicado que él hace de la necesidad virtud y, como necesita sus votos, dice que le parecen tan democráticos los herederos de ETA como los golpistas catalanes. Sus votantes deben estar muy satisfechos de estar representados por alguien con tan poca vergüenza.

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