¿Presidencia de Gobierno o la casa de Tócame Roque?

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Hemos llegado a un punto en el que las defensas del caso Begoña Gómez, en el legítimo interés de sus clientes -nada que objetar-, plantean ante el juez Peinado argumentos de muy difícil comprensión, pues pretenden rizar el rizo con el riesgo de entrar en el terreno de lo absurdo. Es lo que le ha ocurrido a la defensa de Cristina Álvarez, la directora de Programas de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno que, en realidad, ejercía como secretaria personal de las actividades privadas de la mujer del presidente del Gobierno.

En un escrito en el que manifiesta su oposición a la investigación abierta por un posible delito de malversación en la contratación de la asistente, se señala que «la denominación del empleo» -directora de Programas- «no significa que sus funciones consistan o deban consistir en dirigir programas».

Claro, el puesto de directora de Programas, en opinión de la defensa de Cristina Álvarez, no es más que un nombre que no quiere decir en absoluto que fuera contratada para dirigir Programas, un argumento surrealista. En su opinión, «se trata de una nomenclatura administrativa, un nombre genérico que no hace referencia a funciones concretas». Pues si los cargos en Presidencia del Gobierno son meras denominaciones retóricas, sin funciones determinadas, la cosa está peor de lo que pensábamos.

La defensa de Cristina Álvarez, a la que Begoña Gómez propuso ser su asistente personal, defiende que  su patrocinada «es personal eventual, esto es, un cargo de confianza que para su nombramiento no necesita acreditar concurso, oposición, ni curriculum de ningún tipo», se recoge en el escrito. Ancha es Castilla.  Y añade que su sueldo de 52.252,64 euros brutos anuales es «absolutamente razonable» y opina que «tampoco el importe de sus honorarios es indicio de malversación».

Resumiendo, que cobra un sueldo público de 52.252 euros por ser directora de Programas en Moncloa pero para la defensa de la asistente de Begoña Gómez lo de directora de Programas no significa nada. ¿Presidencia del Gobierno o la casa de Tócame Roque?

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