El PP cae en Ceuta en la trampa del PSOE
Con la abstención del PP, Ceuta ha declarado persona non grata al presidente de Vox, Santiago Abascal. El argumento es que acudió a la ciudad autónoma durante la última crisis migratoria con el ánimo expreso de «provocar» y romper la «convivencia». La respuesta de Vox a la abstención del PP tendrá consecuencias en los Presupuestos y en leyes importantes en Madrid y Andalucía, comunidades donde el voto de la formación de Abascal es importante.
Es cierto que la situación en la Asamblea ceutí ha llegado al límite después de que el portavoz de Vox haya hecho gala de un comportamiento impropio de un representante público. El portavoz socialista no le va a la zaga y el cruce de descalificaciones de tipo personal ha alcanzado cotas insoportables. Todo eso es cierto, pero lo que no puede hacer el PP es caer en la trampa de la izquierda. Una cosa es la atrabiliaria conducta del portavoz de Vox y otra, bien distinta, que el PP se deje enredar por el PSOE y sus aliados. Eso de declarar persona non grata a Abascal forma parte de la estrategia de estigmatización de la izquierda; ahora lo es el presidente de Vox como en su día lo fue Mariano Rajoy en Pontevedra. Y en segundo, porque por muy censurable que sea la actitud del portavoz de Vox en la Asamblea ceutí, el plan de la izquierda va más allá de la figura de este parlamentario concreto. Tira por elevación: su objetivo es la criminalización de la derecha en su conjunto, sin matices.
Es cierto que el PP intentó sin éxito circunscribir la resolución a «rechazar» las palabras de Abascal, pero su abstención le hace el juego a la izquierda y puede complicar la gobernalidad en Madrid y Andalucía. Más allá de Ceuta, el objetivo de la derecha tiene que ser acabar políticamente con el Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez y no perderse en improductivas peleas.