Pido el voto para Lluís Llach

Pido el voto para Lluís Llach

Lluís Llach ya era un plasta cuando se dedicaba a dormir a las ovejas en sus años de cantante con su voz anestesiante. Y desde que cambió los escenarios por los mítines separatistas, su nivel de turra ha batido todos los récords. Si un día son especialmente felices, y deciden que tanta satisfacción no puede ser buena para ustedes, les recomiendo que busquen en YouTube entrevistas de este ex cantante hablando de «la independensia» y del «Estatfeixistaopressor». La mezcla entre sopor y mal rollo que genera escucharle es como un mal viaje a base de sustancias alucinógenas en pésimo estado de conservación.

Parte del entorno separatista más asilvestrado está promoviendo la candidatura de Llach a la presidencia de la ANC, la entidad que, junto a Òmnium Cultural, organizó las marchas multitudinarias y norcoreanas de los años álgidos del procés. Llach se deja querer y asegura que sólo quiere formar parte del «secretariado» de la ANC, pero estamos ya advertidos que posiblemente lo consiga y tengamos que escuchar sus soporíferos sermones a partir de ahora. Este ex cantante sigue teniendo bastante predicamento entre los medios progres dirigidos por seres que cantaban L’ estaca en la facultad mientras intentaban pillar cacho, haciendo ver que Llach no les dormía, sino que les alimentaba espiritualmente.

Así que, como consiga la presidencia de la ANC, prepárense para soportarle en un sinfín de entrevistas en la miríada de digitales afectos a los partidos que dan apoyo al Gobierno y a aguantar innumerables cortes de voz -mejor dicho, de susurro- en los informativos de las radios y televisiones que piensan que Bildu es un partido a defender y Carles Puigdemont un represaliado político. Vamos, casi todos a los que Pedro Sánchez unta. Porque, aunque Llach no es precisamente sanchista, forma parte de la cultura sentimental de ese engendro llamado «coalición progresista».

Uno de los principales medios del orbe separatista, El Punt Avui, publicó esta semana una entrevista que en su edición de papel ocupó cuatro páginas. Teniendo en cuenta que el diario tiene 32, no está nada mal. La hizo el director del medio, que además dedicó la columna que tiene en la contraportada a vender las virtudes de Llach como futuro presidente de la ANC. Teniendo en cuenta que esta entidad separatista está de capa caída, y que en los últimos años no ha parado de perder apoyos y socios, si Llach llega a la presidencia puede ser su final definitivo.

Si hay una persona que es incapaz de enardecer a las masas y motivarles para luchar hasta el final, es Llach. A los quince segundos de su arenga, toda su audiencia ya ha desconectado. Por lo tanto, yo también pido el voto para Lluís Llach, es la mejor manera de acabar definitivamente con una asociación que ha contribuido a generar mucho mal rollo entre los catalanes. Seguro que tras conseguir el cargo compondría un nuevo himno para la ANC que sería todo un superventas. No solo a nivel nacional, sino también internacional. Y es que el insomnio es un mal que avanza por todo el planeta.

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