Patada de Sánchez a Ayuso en el trasero de los madrileños con el envío masivo de inmigrantes
Sin encomendarse a nadie -no informó ni a la Comunidad ni al Ayuntamiento de Madrid-, el Gobierno de Pedro Sánchez va a instalar en la capital de España dos grandes campamentos con barracones para alojar a los inmigrantes ilegales que están llegando por oleadas a Canarias. Serán, en un primer momento, 3.000 plazas para 6 meses, pero tanto una como otra cifra son provisionales. La decisión sobre el emplazamiento de los inmigrantes, que en último término tomó Moncloa, priorizó los terrenos que se encuentran en Madrid, pese a que el Ministerio de Defensa ofreció una veintena de localizaciones por toda España. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se decantó por Madrid frente a otras alternativas como Cataluña, Cádiz o Zamora, que ofrecían grandes extensiones de terreno. Los emplazamientos madrileños no eran los preferidos por los técnicos de la empresa pública que realizará las obras de acomodo, Tragsa, ni por la Cruz Roja, pero al final se impusieron los criterios políticos, que es tanto como decir que se impuso el criterio de ir en contra de Isabel Díaz Ayuso.
Finalmente los elegidos fueron el acuartelamiento General Arteaga (Carabanchel), que se encuentra en un estado deplorable, y otra instalación más de Alcalá de Henares. Tragsa ha recibido la orden de habilitar barracones en las estructuras ya existentes de la base, para que en las próximas «dos semanas» comiencen a llegar los primeros inmigrantes ilegales procedentes de Canarias. Serán, en un primer momento, entre 1.200 y 1.500 personas, lo que podría plantear problemas de seguridad, ya que el acuartelamiento de Carabanchel se encuentra en plena ciudad, rodeado de comercios y viviendas.
La estancia de los inmigrantes deberá venir acompañada de un significativo despliegue policial en el que ya trabaja el Ministerio del Interior. Madrid está al límite y su capacidad de acogida es escasa, lo que no ha impedido que Pedro Sánchez haya optado por la capital de España. Mejor dicho, habrá pensado que, dado que su capacidad de acogida está al límite, tenía que ser la elegida.