Un paréntesis de libertad para Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina 

Un paréntesis de libertad para Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina 

Con el primer permiso penitenciario que la familia Urdangarin Borbón disfruta estos cuatro días de Navidad, comienza una nueva etapa en la vida de la Infanta Cristina, su marido y sus cuatro hijos. Aunque al final los siete días a los que tenía derecho Iñaki en su primera salida de la cárcel de Brieva se hayan quedado solo en cuatro, por orden del Juez de Vigilancia Penitenciaria, la alegría de los seis integrantes del núcleo familiar de la Infanta y su marido ha sido enorme. Sobre todo porque eso significa que, a partir de ahora, Urdangarin podrá disfrutar de 36 días de permiso al año en salidas de hasta siete días, al haber alcanzado el segundo grado como interno y haberse cumplido una cuarta parte de la condena que se le impuso por su implicación en el caso Noos. Es como un soplo de aire puro y esperanza en la vida de una familia que ha vivido un auténtico calvario desde el año 2011, debido a las consecuencias de las irregularidades de carácter delictivo llevadas a cabo por el marido de la Infanta al frente de empresas que cometieron actos ilegales.

A pesar del escepticismo de una parte de la sociedad que nunca creyó que el yerno del Rey don Juan Carlos y cuñado de Felipe VI iba a entrar en la cárcel para pagar por sus ilegalidades por el hecho de ser parte de la Familia Real, la realidad ha demostrado que a Urdangarin no le servido de nada el estar casado con una hija de Rey y hermana del monarca actual. Ahora, Iñaki cumple con la pena impuesta por los jueces de forma regular, ha conseguido que le permitan realizar tareas de voluntariado dos días a la semana en la entidad sin ánimo de lucro Hogar Don Arione, donde ayuda a personas discapacitadas a realizar labores de recuperación física. Una ocupación que ayuda al marido de la Infanta a paliar también el aislamiento que lleva aparejado el estar en la cárcel de Brieva, un centro dedicado casi exclusivamente a mujeres y en la que él es el único varón por lo que ocupa una celda en total soledad.

La familia Urdangarin ha arropado a Iñaki todo el tiempo y le ha apoyado sin fisuras durante la instrucción del sumario, el juicio y ahora en su internamiento en la cárcel. De ahí, las grandes muestras de alegría de su madre, Clara Liebaert, sus hermanos y otros familiares estos días de permiso penitenciario en la capital alavesa. La Infanta, con su marido y sus cuatro hijos asistieron a Misa el día de Navidad en Vitoria, y apurarán hasta el último minuto el tiempo que queda hasta las 8,40 horas de este Sábado, momento en el que se acabará el paréntesis de libertad del padre de familia que deberá ingresar a esa hora de nuevo en la prisión donde paga sus culpas con la sociedad.

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