Más dinero español para el jolgorio fiscal vasco

Más dinero español para el jolgorio fiscal vasco

La cosa ha pasado de tapadillo. Como todo lo que ocurre últimamente relacionado con el País Vasco. Todo indica que la pretensión de Sánchez es volver a hacer historia en ese atormentado territorio durante décadas: que Bildu, heredero político de ETA, entre en el Gobierno autónomo de aquella comunidad.

El último episodio tiene que ver con la cesión del impuesto especial a la banca y las eléctricas a las diputaciones forales vascas, tras un pacto entre la andaluza Montero y los malencarados de Bildu. Resulta que los bilduetarras trabajan ahora para que la banca vasca y las eléctricas vascas –no hará falta señala ad hominem, qué referencias son esas- paguen menos dinero, y lo que paguen vaya a la caja euskalduna. Cesión clamorosa del Gobierno socialcomunista que ha marginado, por cierto, al Partido Nacionalista Vasco, el gran guardián de las esencias repletas de naftalina y de moho.

Hace ya mucho tiempo que la comunidad foral vasca se lleva más dinero del resto de los españoles que lo que ellos aportan a la caja común. Ellos, tan prepotentes y despreciativos siempre con aquellos conciudadanos que se trasladaron a trabajar a una tierra donde Franco promocionó sus industrias. Durante muchos lustros hemos tenido que soportar el hálito de superioridad de unos tipos que presumían de pertenecer a una tierra sin romanizar. De eso, obviamente, sí pueden fanfarronear.

Es intolerable invocar por parte de Bildu –extrema izquierda que no condena el terrorismo de sus ancestros y la violación sistemática de derechos humanos- elementos como la solidaridad y el sentido social. Ellos, que se aferran como clavo ardiendo a los fueros, la figura jurídica más trasnochada, antigua y demodé que ha sido denunciada en la Unión Europea. Privilegios que ponen en almoneda la igualdad entre aquellos que pertenecen a una misma nación y a un mismo Estado.

Tras el acuerdo bilduetarra con el Gobierno de Sánchez para quedarse con el dinero de ese impuesto especial –banca y eléctricas, repito-, ¿alguien en su sano juicio puede creer que entidades financieras concretas y compañías energéticas concretas van a pagar como parece exigir el espíritu de la norma?

¡Dejen de tomar el pelo a los españoles! Paguen y coman.

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