Madrileños, si no queréis un Gobierno como el valenciano…

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Votad a Ayuso. Claro y meridiano. La Comunidad Valenciana se ha convertido en el paraíso socialcomunista de toda España. Asistir esta semana al lamentable espectáculo del vicepresidente del Gobierno valenciano, sí vicepresidente, no ningún ‘piernas’ que pasaba por ahí, llamar “lacayos de Goebbels” a los representantes de Vox en el Parlamento autonómico, y por extensión a sus cientos de miles de votantes (bastantes más que los podemitas, todo sea dicho), muestra la zafiedad a la que ha llegado gran parte de la izquierda valenciana.

Quien vomitaba esas palabras, Rubén Martínez Dalmau, es el claro ejemplo de comunista a lo Pablo Iglesias o Juan Carlos Monedero, formados todos en la patria política del crimen totalitario, Venezuela, y ahora convertidos en millonarios. Sí, Dalmau es consejero de Vivienda y copropietario de siete inmuebles, uno de ellos en Lima -capital peruana-. Todo millonario bolivariano se hace comunista para seguir siéndolo, lo enseñó Castro, lo aprendió Chávez, se lo enseñó a Maduro y a toda esta panda de ‘profesorcillos’ de pacotilla que han dado el pelotazo en la política para seguir forrándose.

Los insultos, los ataques de los representantes de la izquierda, se reproducen ante la pasiva mirada, el silencio cómplice, del presidente de la Cámara, Enric Morera, un siniestro personaje aspirante al Ayuntamiento de Valencia en las filas de la formación catalanista de Compromís, esa formación cuyos líderes esconden las esteladas independentistas para luego repartirlas entre sus cachorros.

Cuánta chatarra ideológica en tan poca gente. La de los mismos que apedrean a los simpatizantes de Vox por querer dar un mitin democrático en Vallecas y osan acusarles de provocar, pero que luego invitan a tierras valencianas al golpista Gabriel Rufián, que sí que viene a provocar y a alterar la convivencia de los valencianos con su trampantojo imperialista de los países catalanes.

El cinismo se ha apoderado de una gran parte de la izquierda. Quieren dar lecciones de convivencia pacífica mientras se hacen fotos y se sientan con los amigos de la ETA. Pretenden aleccionar sobre democracia mientras pisotean el Estado de Derecho en España con golpes antidemocráticos en Cataluña, señalando a periodistas, queriéndose cargar la independencia judicial y reventando el espíritu constitucional del 78.

Hubo una época en la que en el PSOE se debatía, había diferentes formas de ver las cosas, y se respetaba al adversario. Hoy en día el socialismo español se ha convertido en refugio de la extrema izquierda y mantiene un sentido patrimonial del poder como en los ignominiosos tiempos de Largo Caballero y de Negrín. Esta semana el propio portavoz de los socialistas valencianos, Manuel Mata, abrió camino a la agitación, seguida al día siguiente por Dalmau, con su bolchevique grito de “me dan asco” a los diputados de Vox. Hace 90 años, una parte del PSOE actuaba al dictado de las órdenes de Moscú, y hoy en día hay quienes lo hacen a golpe de corneta del Palacio de Miraflores en Caracas.

La Comunidad Valenciana es en la actualidad el mejor ejemplo de lo que la izquierda hace cuando coge las riendas de un Gobierno. Es la región de España donde más empleo se destruyó en el primer trimestre del año según la EPA. Donde más trabajadores se han visto abocados al paro en diferido que son los ERTEs. Donde más empresas están cerrando, donde más han proliferado las colas del hambre, donde más se ha hundido el sector turístico, donde más crece la pobreza. Y, por supuesto, nada de ello ha servido para salvar vidas, ni para evitar contagios de la pandemia. La Comunidad Valenciana sigue siendo la región de España donde más han crecido las muertes en lo que llevamos de año. Un 20,24% más de muertos en el paraíso socialcomunista de España frente a una diminución de casi el 40% en la Comunidad de Madrid.

A todos mis amigos y votantes madrileños, si no queréis un Gobierno de negligentes en la gestión y diligentes con la destrucción, votad en consecuencia. Espero que el miércoles seamos muchos los que despertemos anhelando que siempre nos quedará Madrid.

Twitter: @jorgemestre

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