Los lazos de Guardiola
Guardiola siempre me pareció un tipo inteligente. Ya en su época de futbolista se le veía concentrado, atento, reflexivo, siempre preparado para colocar a sus compañeros dentro del campo. Probablemente fuera uno de los jugadores más lentos que yo nunca haya visto, pero sabía anticiparse al juego, su cabeza corría más rápido que sus piernas y eso le hizo ser un gran jugador y, después, un mejor entrenador. Recuerdo allá por 2006 una conversación entre Rafael Azcona y él aparecida en El País. Pep acababa de retirarse del fútbol y decía que, aunque se estaba preparando para entrenador, lo más fácil sería que no ejerciera porque lo que más le apetecía era no hacer nada.
Pasados los años, vimos que Guardiola acabó por hacer lo contrario; se puso a entrenar, y el éxito le llegó tan deprisa que ni él mismo pudo explicárselo. Cierto es que de momento no se las ha visto en un equipo pequeño, quizá “el equipo más pequeño” al que Pep brinda todo su apoyo es Cataluña; siempre se ha manifestado abiertamente partidario de que se realice el referéndum de independencia, lo cual a mí me parece perfecto; es catalán y está completamente legitimado para tener esa opinión, faltaría más.
El pasado domingo, Guardiola ganó su primer título con el Manchester City y no dejó pasar la ocasión de lucir su lazo amarillo a pesar de las negativas de los organizadores, lo cual a mí no me parecería del todo mal, si no fuera porque Pep sabe de sobra que no le va a pasar nada malo por hacer esto. Podrían multarlo, pero sería tan de risa sancionar económicamente a un señor que gana millones y millones de euros cada año desde hace décadas, que FA y UEFA no quieren ni correr el riesgo de hacer el ridículo con su insignificante multa. De la suspensión, ni hablamos.
Guardiola siempre ha dicho que en Cataluña solo quieren votar, y que hay que dejar a la gente votar porque eso es la democracia. Pero, querido Pep, me resulta incómodo explicarte a ti que eres tan listo que la democracia es algo mucho más complejo que ir un día a votar y sanseacabó, y que no se puede votar de cualquier forma, porque eso ya hemos visto que convierte las elecciones en un esperpento. Creo que la reivindicación acerca de los Jordis es justa, me parece inaceptable que lleven cuatro meses en prisión preventiva. Guardiola decía este domingo que él siempre se pone del lado de la gente. ¿Qué gente, Pep? Es muy fácil soltar un discurso político en una rueda de prensa deportiva, o llamar “estado abusón y autoritario” a España, que por otro lado cada día parece menos democracia, pero si querías ponerte del lado de la gente, igual hubiera sido más apropiado hacerlo tras tu experiencia en Catar, donde es ilegal la homosexualidad, se castiga con flagelación el consumo de alcohol, existe la pena de muerte y el Estado financia a grupos terroristas. No digo que lo hicieras allí, porque hubieras acabado mal, pero a tu vuelta podrías no haber alabado aquel régimen como te has hartado de hacer. Me gustan mucho menos los lazos que tienes con el emir de Catar que los que luces en tu solapa. Ya puesto a ser reivindicativo, sé también coherente.