PRIMERA LÍNEA

Los informativos de IB3 y la independencia informativa

Los informativos de IB3 y la independencia informativa

Así, de memoria, creo recordar que fue el año 2009 la primera huelga para reclamar internalizar en la corporación IB3 no solo los informativos sino al tiempo los servicios técnicos. Entonces era presidente Francesc Antich (en su segunda legislatura alterna en el poder). Yo coordinaba a los técnicos en la radio autonómica, prejubilado de RTVE. Me había llamado Joan Salom, el primer empresario que aceptó hacer publicidad en mi programa de radio, El tren de las 6, a finales de los años 70 en Radiocadena Española, así que no me pude negar: él tenía la contrata de los técnicos de IB3 Ràdio.

Después de ejercer mi profesión 35 años en la radio pública estatal (RTVE), había aceptado el ofrecimiento de Salom porque iba a facilitarme reconocer  el funcionamiento de la otra radio pública, la autonómica, y además desde una actividad que no había ejercido antes, de manera que jugar el papel de observador sin impedimento alguno fue mi principal dedicación. La verdad, no fue fácil porque pude comprobar de inmediato los aspectos negativos de la externalización en servicios indispensables de la radiotelevisión pública autonómica. De manera que en la huelga de 2009 me planteé en conciencia si debía escribir una carta abierta dirigida al presidente Francesc Antich con el objetivo de defender, y argumentar, la internalización. Así lo hice. 

Después supe que había pedido mi cabeza la dirección general del ente, es decir, el personaje colocado a dedo por UM como cuota de los pactos.

Escribí mi carta por supuesto que en conciencia y me costó mucho enviarla hasta que decidí dar a la tecla enviar. Me importaba ser honesto conmigo mismo, como siempre he procurado hacerlo durante mi carrera profesional. 

Tengo entendido que la carta publicada en la prensa local fue un terremoto que molestó mucho en las altas esferas y me llegaban rumores del impacto de aquel escrito y sus consecuencias, hasta que Joan Salom, harto de tanto tira y afloja con sus trabajadores, tiró la toalla y dejó la contrata. Entonces, tomando un café de despedida, me confirmó que se negó a cesarme como le exigía la Dirección General. Algo que siempre le agradeceré, consciente de los problemas que sin lugar a dudas debí causarle en aquellos momentos. 

Desde que tomé conciencia de las contrariedades que me aportaría dedicar mi tiempo como crítico de artes escénicas y asimismo autor de columnas de opinión, supe que mi destino era ser un simple lobo estepario. Lo he sido siempre y la verdad es que nunca lo he lamentado, a pesar de la soledad que conllevaba. Me iré un día de éstos –cuanto más tarde mejor- pero nadie podrá señalarme por escribir en función de las buenas relaciones. Siempre fui independiente y prueba de ello es que me eliminaron de las tertulias de IB3 TV a comienzos de 2015, año electoral con el PP en el poder.

Ahora parece ser que la socialista Francina Armengol quiere finalmente la internalización de los informativos, aunque sospecho que dejando de lado la inclusión en la plantilla estable de los técnicos. Se ha dado el plazo de dos años para cumplir su promesa; es decir, después de las elecciones de 2023, de manera que puede darle largas a su promesa para cargar después el muerto al nuevo Govern de centroderecha (lo que va a pasar) y seguir así con su habitual contestación izquierdosa, ya en la oposición.

Lo que sigue en mi memoria de aquellos días es el reconocimiento recibido de mis colegas, que me paraban para felicitarme por mi carta abierta. Puede que me equivoque y que la presidenta Armengol haga realidad esos deseos de unos trabajadores que lo han dado todo por la corporación IB3. Aunque me parece lícito sospechar si serán trabajadores que defiendan su identidad como periodistas o por el contrario se convertirán en servidores del poder.

Cuando le escribí la carta abierta a Francesc Anich, creía firmemente en el carácter independiente de las redacciones en los medios audiovisuales de titularidad pública, como yo mismo pude comprobar en RNE. Pero cuanto ha sucedido los últimos años, parece dejar claro que el nuevo modelo viene a ser algo parecido a la voz de su amo, que es la muerte del periodismo como contrapeso del poder en una democracia consolidada.

Si, en efecto, IB3 acaba siendo la réplica de TV3, lamentaré en consecuencia  haberme pronunciado en su favor hace ahora casi 14 años.

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