Inda vuelve a doblarle el pulso a Iglesias en los tribunales

La titular del Juzgado de primera Instancia e Instrucción Número 02 de Collado Villalba ha archivado la causa contra Eduardo Inda, director de OKDIARIO, tras la querella que la pareja Pablo Iglesias e Irene Montero presentaron contra él por un supuesto -y falso- delito de acoso a sus hijos. La juez entiende, siguiendo el criterio de la Fiscalía, que no existen indicios que permitan imputar a Inda la comisión de delito alguno. Otra vez el director de OKDIARIO le ha vuelto a doblar el pulso en los tribunales al ex vicepresidente del Gobierno y candidato de Podemos a las elecciones madrileñas del 4M, que, como hizo en anteriores ocasiones, pretendía erigirse en víctima manipulando la realidad. Y, como otras  veces, sirviéndose de la figura de Eduardo Inda, una de sus obsesiones patológicas.

La juez deja a Iglesias desnudo de argumentos, de modo que tendrá que inventarse una nueva mentira para dotar de ‘consistencia’ a su campaña electoral. Durante semanas, el secretario general de Podemos lanzó la falsa y miserable especie de que Eduardo Inda había acosado a sus hijos. Las terminales mediáticas de la formación morada se hicieron eco de la embustera acusación del ex vicepresidente, que vertió sobre el director de OKDIARIO gravísimas expresiones. Es lo mismo que hizo en anteriores campañas electorales cuando colocó a Inda en el centro de una turbia operación diseñada en las «cloacas del Estado». Al final, lo que quedó probado judicialmente es que para cloacas, las de Pablo Iglesias.

La enésima derrota judicial del secretario general de Podemos frente al director OKDIARIO demuestra hasta qué punto su obsesión enfermiza contra Inda se estrella permanentemente contra los tribunales de justicia. Ahora ha anunciado más querellas: que interponga todas las que considere oportunas, porque OKDIARIO seguirá, aunque le pese, contando la verdad. Cada derrota judicial de Iglesias nos anima a seguir adelante, en el convencimiento de que llegará algún día en que Pablo Iglesias se canse de hacer el ridículo.