La hija de Sánchez: universidad pija y cara
Son así de caraduras, amorales y chorroborros. Predican una cosa y hacen la contraria. Especialmente en todo aquello que les afecta personalmente más allá del discurso político mentiroso.
Veamos. Hace unos meses el sanchismo salió en tromba para cuestionar la existencia de universidades privadas; organizaron un acto ad hoc con gran parafernalia, porque en ese momento preciso convenía a sus intereses poner en almoneda las iniciativas privadas (gente que se juega su dinero) en la educación superior. Hasta el punto de calificar a esos centros en «meros chiringuitos».
Pues sin sonrojarse lo más mínimo al iniciarse el curso académico del año, la hija pequeña de Sánchez & Begoña se matriculó en ESIC University de reciente creación, aunque la escuela, ahora convertida en universidad, lleva muchos años impartiendo enseñanza especializada en marketing y algunos aspectos de finanzas. Según fuentes de la entidad, el curso podría costar más de 25.000 euros y no creo que las abone el abuelo Sabiniano.
Nadie pone en cuestión que la familia presidencial pueda matricular a su hija en aquel centro que les venga en gana si reúne los requisitos exigidos por dicha universidad. No creo que les guste que alguien pueda decirles que son tan buenos padres que han decidido llevar a su hija a un «chiringuito».
Es la doble moral lo que se reprocha. Lo mismo ha pasado, en este caso aún con más razón, con Pablo Iglesias e Irene Montero, que han pasado de denigrar lo «privado» a matricular a sus hijos en colegios para gente pudiente… Claro, es un hecho cierto que Sánchez lo es; Iglesias y Montero, también.
Es el doble lenguaje donde está el engaño. Parece mentira que gente tan lista no se haya percatado que a estas alturas del mundo la mentira no resiste ni un minuto, aunque se intente esconder bajo siete llaves.
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