Fiesta de los muertos vivientes en el PSOE
Se mezclan estos días las imágenes de los que se disfrazan de zombis preparando la fiesta de Halloween —nuestra fiesta de ‘Todos los santos’— y las de las caras visibles del PSOE tras el fiasco socialista. Puede llevar a confusión. Tenga cuidado. Valenciano ha vuelto. Y Blanco. Y Madina. El equipo Rubalcaba. Como si la etapa de Pedro hubiera sido una pesadilla —o un dulce sueño, según se mire— reaparecen los que tras el Congreso habían quedado muertos… políticamente hablando, claro. La que fuera cabeza de lista a las europeas por el partido socialista, en las elecciones donde se perdieron más de 2 millones de votos, más de 15 puntos, y que en definitiva, obtuvieron los peores resultados de la historia del partido, comentaba el pasado domingo en la sede de Ferraz que «estaba viviendo un revival».
Ver estos días al equipo que alimentó juegos en la sombra, traiciones, trampas —según fuentes socialistas— paseándose de nuevo por los medios de comunicación, hablando como si tuvieran la portavocía del partido socialista recuerda al ‘Thriller’ de Michael Jackson. Han vuelto, y camuflados bajo muchas capas de maquillaje, en un tono suave, casi conciliador, no se sabe si dan más miedo que pena ahora que la militancia ya no les teme. Si algo bueno tiene el estallido de Ferraz es que las bases han roto con ese muro de cristal que les impedía plantar cara al establishment. Hay quien dice que la culpa de lo que está sucediendo es de Zapatero —otro mantra que sale de la tumba—. Lo cierto es que algunos muertos vivientes siempre han estado ahí, también durante la segunda etapa de la ‘era Zapatero’ y mucho antes —revisen la trayectoria de los muertos vivientes de moda—.
Cada vez que se aparecen vuelan los cuchillos —metafóricamente hablando, claro—. De pronto se les ve por los pasillos, pisando las alfombras de Ferraz y los gritos de terror se expanden por las agrupaciones. La única diferencia con este remake es que cuando uno ha visto muchas veces la misma peli ya no le da los mismos sustos. Y, además, todos los amantes del cine de terror saben que los verdaderos éxitos, los que te matan de miedo, son las primeras versiones, las originales. Aquélla época de Rubalcabistas contra Chaconistas dio verdadero pánico. La principal diferencia con Sánchez o con Borrell, respecto a Rubalcaba-Valenciano-Blanco-Madina-Luena-Hernando y compañía es que los primeros no estaban muertos. Intentaron matarlos, pero no lo consiguieron. Y de eso ahora se ha dado cuenta todo el mundo. Igual que está resultando evidente que los hay que de tanto saltar de liana en liana han perdido el trapito que les cubre las vergüenzas y se han quedado con el culo al aire. Para botón, el portavoz más dicharachero, el que hoy te vende el ‘NO’ y mañana la abstención.
En lugar de ajos y crucifijos el antídoto para los vampiros de moda tiene forma de urna, de voto secreto, de primarias. Pruebe usted a poner una frente a ellos y verá cómo se desfiguran. Pruebe a conseguir firmas, voces críticas. A estos muertos vivientes les invadirá la PRISA y vomitarán sin parar lanzándose al cuello de quien se les ponga por delante. Tiene guasa que la investidura de Rajoy, el gran muerto viviente, vaya a ser durante la celebración de Halloween.