Un falso rumor brinda una oportunidad de ORO
Tras las elecciones americanas, los futuros sobre el oro volvieron a sobrepasar los 1.300 dólares por onza. Todo apuntaba a un gran período alcista del oro. Muchos vaticinaban una rotura de los 1.365 dólares de agosto y una vuelta a los 1.900 dólares en no mucho tiempo. En menos de dos días el precio estaba en soporte de 1.250 dólares; debido a la predicción de que Trump iba a causar una subida de tipos más fuerte de lo esperada por sus políticas fiscales. Parecía una oportunidad, ya que si las políticas fiscales estadounidenses eran inflacionarias y la deuda se iba por las nubes, el oro sería el primer beneficiado. Muchos compraron en este soporte y estuvieron contentos un día entero viendo cómo el oro rebotaba del soporte hasta que en Asia la tuvieron que liar.
Blogs financieros y hasta analistas indios comentaban que el primer ministro indio iba a restringir las importaciones de oro. Era una idea con sentido. India es el mayor importador de oro del mundo con 700 toneladas al año. Los analistas hablaban de que si esto se confirmaba, el oro llegaría a los 1.000 dólares por onza en un solo día. A medida que el rumor se contagiaba por Europa y América, el oro se precipitaba en una caída vertiginosa hasta los 1.180 dólares. Todo hasta que el propio primer ministro indio ha dicho que estos rumores son del todo infundados.
El precio ha rebotado un 1.2% desde que se negó el rumor. ¿Seguirá este rebote? No se sabe, pero las dos razones que han causado tan violenta caída de 1.307 a 1.178, básicamente un 10%, tienen poca base. La primera se basa en el hecho de que Trump quiere bajar impuestos e invertir en infraestructuras. Una política fiscal inflacionista en una economía que ya roza el pleno empleo. Esto causará que la Reserva Federal se adelante y suba tipos de forma agresiva para no “sobrecalentar” la economía. Lo que ocurre es que la Reserva Federal, con su actual equipo, es muy conservadora y no subirá tipos de forma agresiva hasta que no haya algún indicio de que la inflación está descontrolada. Para cuando la inflación llegara a estos niveles peligrosos, el oro ya estaría en niveles mucho más altos que los actuales, ya que este metal ha demostrado ser, a lo largo de la historia, la mejor cobertura contra la inflación severa.
Además, todavía ni sabemos si Trump podrá hacer efectivas sus planes fiscales, ya que el Congreso y/o senado puede vetar sus ideas en cualquier momento —cambiar la política fiscal en Estados Unidos requiere el apoyo del Senado y del Congreso—. Si sus ideas fueran rechazadas volveríamos a la misma situación en la que nos encontrábamos antes de las elecciones con el oro por encima de los 1.300, pero con el añadido de un presidente de Estados Unidos mucho menos predecible que el anterior. Esto debería añadir un factor de miedo y resultar en inversiones refugiándose en el oro.
Por otro lado, tenemos el problema indio aunque no parece que el primer ministro indio vaya a meterse con el apetito de su gente por el metal amarillo. Seguramente, la guerra contra el efectivo impuesta por India para paliar la corrupción y la evasión de impuestos no haga otra cosa que aumentar la demanda de oro en este país. Esto ocurrirá porque los indios que quieran defraudar tengan ahorros no declarados o no quieran dar explicaciones a las autoridades indias del por qué tienen más de 4.000 rupias —55 euros— en efectivo tendrán que comprar oro importado clandestinamente. Lo cual es fácil en la India ya que se importan unos 500 kilogramos de oro al día de forma ilegal según el director indio de Inteligencia. Este mismo oro se puede utilizar de trueque o venderse en otros países.