El expolio catalanista en California

El expolio catalanista en California
El expolio catalanista en California

El artículo del prestigioso hispanista Borja Cardelús del año 2020 sobre la importante labor de los catalanes en la conquista de California en nombre del Rey de España “Gaspar de Portolá y otros catalanes de la historia de España en Estados Unidos” (www.hispaniccouncil.org), es utilizado por el expolio catalanista para lanzar, com es habitual, falsos y tergiversadores titulares en los medios satélite subvencionados por la Generalidad de Cataluña. Así tenemos este de www.elnacional.cat que cuenta que “Nace Fra Juníper Serra, la huella catalana en California y este otro de www.sapiens.cat que habla del “papel de soldados y religiosos de los Países Catalanes como Gaspar de Portolá y Junípero Serra”.

Además, www.sapiens.cat, para redondearlo, añade un poco de “Leyenda Negra” (todo contra España): “la población nativa era, al llegar los europeos en 1769, de entre 185.000 y 350.000 almas. (…) Desde 1770 hasta 1900 la población indígena bajó, sobre todo a causa de las enfermedades introducidas por los expedicionarios y los cambios de dieta, hasta unos 20.000 indios”. La información está totalmente tergiversada. Si bien es cierto que los indios fueron víctimas de nuevas enfermedades, fue básicamente a partir de la incorporación de California a Estados Unidos, en 1848, en que se inició la cacería de la población india y su diezmo (ni cuando California fue parte de España, ni cuando fue parte de México la hubo). Lo que sí dice Cardelús es que en referencia a la incorporación de California a los Estados Unidos “la población nativa descendió de una manera brusca desde los 200.000 iniciales, hasta quedar en 30.000 en 1860”. En la misma línea el académico argentino Marcelo Gullo concreta que “en 1870, de los 150.000 indios que poblaban California en 1845, tan solo quedaban vivos 30.000”.

En su artículo Cardelús aporta una exhaustiva información sobre la importante participación de los militares catalanes (es el objetivo del artículo), junto a otros españoles, en la conquista y ocupación de California durante el reinado de Carlos III. Explica como en 1769 el rey de España se decidió por la conquista y ocupación definitiva de California frente a la presumible amenaza de una invasión rusa. En lugar de la conquista militar se optó por la conquista religiosa a cargo de misioneros, secundados por una pequeña fuerza militar para la mera protección de los religiosos, era la “Santa Expedición”. Cardelús precisa que “el proyecto era fundar una Misión en San Diego, y desde esa base abordar la verdadera ocupación de California, llegando por tierra hasta la bahía de Monterrey”.

Para la parte religiosa se designó al franciscano mallorquín fray Junípero Serra (canonizado en 2015 por el papa Francisco en Washintgon) y para la dirección militar al Gobernador de las Californias, al catalán Gaspar de Portolá, que iría acompañado por la “Compañía de Voluntarios de Cataluña”. Cardelús hace hincapié en que a su lado figuraban otros catalanes: el teniente Pedro Fagés, el ingeniero militar y cartógrafo Miguel Constansó y el cirujano de la Armada Pedro Prat. Cuando finalizó la conquista de California en 1770 Portolá delegó en Fagés el mando del nuevo territorio, convirtiéndose en el segundo Gobernador de California. Por otra parte, durante la “Santa Expedición” Constansó redactó un diario con la descripción de la topografía, el clima, la fauna, la flora y las costumbres de los indios de California. En su articulo Cardelús añade al militar catalán Pedro Alberni que en 1790, al frente de la “Compañía de Voluntarios de Cataluña” defendió la bahía de Nutka frente a la presión rusa, ahí quedó una ciudad con su nombre, Port Alberni. En 1796 Alberni llegó al grado de Coronel y Jefe del Presido de San Francisco (militar de más alta graduación y mando de California).

El expolio catalanista obvia lo importante del artículo, la presencia catalana en California lo era como parte del contingente español, y se centra en la supuesta huella catalana del líder indiscutible de la expedición, el mallorquín san Junípero Serra. En Estados Unidos, Serra es considerado, y no Portolá, el fundador del Estado de California, motivo por el cual tiene el honor de que su estatua ocupe un pedestal en el Salón Nacional de las Estatuas en el Capitolio. En su pueblo natal Petra (www.ajpetra.net) la veneración por su paisano es inmensa, todo es “Pare Serra”: Casa fray Junípero Serra, Convento de San Bernardino, Iglesia parroquial de San Pedro, Santuario de la ermita de Bonany, Museo Junípero Serra y Centro de Estudios Juniperianos.

Habría que añadir que el titular de Cardelús puede dar pie a cierta confusión al incluir al mallorquín san Junípero Serra como parte fundamental del artículo. Como ocurre con los titulares de www.elpais.com de febrero de 2020 “Los catalanes que conquistaron California” y de www.lavanguardia.com de enero de 2020 “Un informe realza el papel catalán en la creación de cultura hispana en EEUU”, que incluyen al santo mallorquín como catalán. Pero lo que sí que hay que recalcar es que la acción de más mallorquines, además de san Junípero Serra, fue muy importante y transcendetal en el virreinato de Nueva España.

A raíz de la expulsión de los jesuitas de España en 1767 la labor evangelizadora de las tierras californianas fue encargada a los franciscanos. Fray Junípero Serra, designado presidente de los misioneros, partió desde Querétaro junto a sus compañeros mallorquines fray Francisco Palou y fray Juan Crespí (que para www.sapiens.cat son catalanes) hacia la Baja California a hacerse cargo de las misiones ya fundadas por los ignacistas. En 1769 se trasladaron al puerto mexicano de San Blas para participar en la “Santa Expedición”, que constaba de cuatro grupos compuesto por dos navíos (el San Carlos y el San Antonio, al mando de otro mallorquín, Juan Pérez) y dos expediciones por tierra.

Una vez arribados a San Diego, Portolá junto a fray Juan Crespí y sus voluntarios catalanes partieron a la búsqueda de la bahía de Monterrey. Durante la expedición se toparon con un río, que el mallorquín Crespí bautizó como río de Nuestra Señora Reina de los Ángeles de Porciúncula. Pocos año más tarde, en 1781, el río daría nombre al nuevo e importantísimo asentamiento del Pueblo de Nuestra Señora Reina de los Ángeles (actual L.A). Durante le frenética búsqueda de Monterrey descubrieron la bahía de san Francisco, tan amplia, que como indicó fray Juan Crespí, “caben en el puerto no solo los navíos de nuestro monarca católico, sino los de toda la Europa”. Desupués de diversas vicisitudes encontraron la bahía de Monterrey, en donde se fundó la misión de San Carlos Borromeo del Río Carmelo (hoy Carmel-by-the-Sea). Allí Serra instaló su base de operaciones, el inicio de la gran cadena de misiones californianas. En ese mismo acto, día 3 de junio de 1770, España tomó posesión formal del territorio de California.

Años después, en 1774, el mallorquín Juan Pérez embarcó con la misión de explorar la costa del Pacífico hasta los 60º de latitud norte y reafirmar los derechos españoles sobre todas las tierras ribereñas en nombre del rey Carlos III, ante la constante presión rusa. Junto a Juan Pérez embarcó en la corbeta Santiago el mallorquín fray Juan Crespí, como religioso de la misma. Alcanzaron los 55º 30’ de latitud norte, la máxima alcanzada por un navegante hasta la fecha. Pérez es considerado el descubridor de las costas de los actuales estados de Columbia Británica, Washington y Oregón. Por este motivo, en 1999, en el 225 aniversario del descubrimiento de las islas de Haida Gwaii, la “Royal Canadian Mint” acuñó un dólar de plata conmemorativo.

Hay que subrayar que la importante presencia de mallorquines en el Virreinato de Nueva España se remonta a un siglo antes de la empresa californiana. En 1683 el mallorquín fray Antonio Llinás fundó en Querétaro el primer Colegio de Propaganda Fide de América. Su objetivo era formar los misioneros que salían hacia Texas, Sonora, Colorado, Arizona y California. A los pocos años el mallorquín fray Damián Massanet fue enviado a la frontera noreste de Nueva España, donde fundó la primera misión texana, San Francisco de los Texas, junto con los padres mallorquines Bordoy y Font-Cuberta y el catalán Casañas.

Como en el caso del expolio catalanista de Malta, la huella más profunda y arraigada que queda en California, es en todo caso mallorquina (su fundador es el santo mallorquín Junipero Serra), y sobre todo, española (California no era una colonia española, era España).

Lo último en Opinión

Últimas noticias