Eva Granados y los ‘ofendiditos’ del PSOE

Eva Granados y los ‘ofendiditos’ del PSOE

He visto el programa En boca de todos de la Cuatro, presentado por Diego Losada. En un momento dado, ha habido una conexión con Eva Granados, actual portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado. El conductor del programa le ha preguntado por varias cuestiones referentes al debate entre Núñez Feijóo y el presidente del Gobierno. No hace falta que les cuente el tipo de consideraciones que ha vertido. Nada remarcable: el PP les pisa los talones. Pero lo interesante ha venido cuando le ha preguntado por ciertas conversaciones que se estarían llevando a cabo entre los socialistas y Puigdemont.  Y si ella era la interlocutora.

¡Qué le han ido a decir! «¿Cómo puede hacerme esta pregunta?», le ha espetado a Diego Losada. Al parecer, una sospecha indigna que no estaba dispuesta a pasar por alto. Es difícil de asegurar desde una pantalla, con el maquillaje y todo eso. Pero yo diría que el presentador se ha puesto blanco, aunque haya aguantado el tipo. Y encima ha proferido lo que parecían unas innecesarias disculpas. «Lamento que la haya molestado, pero es una pregunta que le debía hacer», manifestaba, conciliador.

Es increíble la cota de desvergüenza a la que ha llegado a este gobierno ventajista y sin escrúpulos. Ignoro si es cierto o no que la Sra. Granados, ex vicepresidenta segunda del Parlamento de Cataluña hasta 2021, con Laura Borràs de presidenta, y ex portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Parlamento de Cataluña en la misma época, está contactando con el fugado golpista amante de los maleteros que tanto daño nos hizo. Pero ustedes ya saben cómo mienten todos ellos. Es la marca de la casa. Mucho defender su virtud, pero todos recordamos cómo decía Sánchez que no pactaría con Bildu, míreme a los ojos: nunca. Y la Guardia Civil fuera del Tráfico de Navarra, con toda su carga simbólica. Ni con los separatistas, ni con Podemos. La falsedad como instrumento político ya se homologó con ellos.

Pero lo más desagradable de la entrevista ha sido volver a oír ese ofensivo «mejorará la convivencia en Cataluña» cuando le han mentado la reforma del delito de secesión. Los catalanes que fuimos agredidos y humillados aquel otoño del 2017 hemos de estar contentos de que vayamos a tener una mejor convivencia (¿dónde tenemos la garantía?) por la gentileza de rebajar las penas a los abusadores y de darles facilidades para que lo puedan hacer de nuevo. ¡Gracias, socialistas!

Mientras tanto, el plan para que se pueda (ellos) vivir mejor en Cataluña continúa a todo gas. La vicepresidenta de la Cámara, Alba Vergés, ha anunciado en el hemiciclo la absolución de Roger Torrent y los miembros independentistas de la anterior Mesa de la Cámara catalana. Porque ellos lo valen (y nosotros nada). El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha comunicado que han sido exonerados del delito de desobediencia grave.

Ellos pueden desobedecer gravemente y no pasa nada. Pero, ah, no se le ocurra a usted hacerlo si no es independentista. El mundo es de ellos. Josep Costa, Eusebi Campdepedrós y Ariadna Delgado se enfrentaron a una pena de inhabilitación de 20 meses por ocupar un cargo público y multas que oscilaban entre los 24.000 y los 30.000 euros en cada uno. Y van diciendo en Twitter, como el actual consejero de Empresa, que «la sentencia del TSJC es una gran noticia para la libertad de expresión y el derecho de iniciativa de los diputados» y que «el Parlamento debe tener autonomía para hablar de todo lo que interesa a la ciudadanía, también sobre autodeterminación y monarquía».

Y, mientras, catalanas como Granados haciéndose las ofendiditas. Esperen y verán.

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