Y en esto… llegó Montoro

Montoro
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Por si faltaba alguna guinda al pastel made celtiberia show, siete años después aparece en carne de legajo el que fuera todopoderoso ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Lo primero que deseo escribir a propósito del nuevo escándalo (que le ha venido de perlas a un Gobierno carcomido por la corrupción que se ha lanzado en tromba a devorar a la presa) es que, en efecto, cosechó legión de enemigos, no sólo en la izquierda, sino muy especialmente entre sus teóricas mesnadas partidarias e ideológicas.

Con el poder que le concedió Mariano Rajoy, inmutable ante todos los ataques internos que recibió durante aquellos años su principal hombre en el Gobierno, Montoro se dedicó a meter la mano en los bolsillos de todo quisqui. En la caja que recibió en herencia de Zapatero sólo habitaban telarañas y la orden recibida era clara y explícita: evitar a toda costa que la economía del Reino de España fuera pasto de la troika, esto es, fuera intervenida por los hombres de negro que la UE, el Fondo Monetario y el Banco Central Europeo habían enviado a Madrid ante el cariz de la economía española.

Tras la caída del Gobierno Rajoy, el Partido Popular de Pablo Casado lo mandó al averno en forma de olvido y postración. Supongo que el juez que lo ha empurado tendrá datos suficientes para poner en almoneda a un menudo ex ministro de Hacienda que fue implacable a la hora de hacer “paralelas” a unos y otros.

Porque de Cristóbal Montoro se escribieron muchas cosas. Políticamente, hoy su imputación es agua de mayo para unas huestes sanchistas sedientas de sangre. Y el PP hace tiempo que puso distancia con el controvertido ex jefe de la caja pública. El PSOE y la izquierda irredenta ha encontrado, por fin, la presa y no abandonará el hueso. Parece que en este caso no invocarán el “lawfare” y el juez que instruye la causa es probo y recto.

Montoro siempre fue polémico…Y lo seguirá siendo mientras viva. Vamos a ver si el asunto tiene enjundia jurídica…Por de pronto, es bálsamo para el sanchismo, que tiene la virtualidad de resucitar a los que el ex ministro puso patasabajo en busca del último denario.

La historia siempre vuelve.

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