La España del futuro
Los datos de la caída del PIB en España nos acaban de colocar como en la Guerra Civil de hace 85 años. Esto no es culpa del Gobierno. Como la crisis de 2008, con la caída mundial tras Lehman Brothers, no fue responsabilidad de Zapatero. Harían bien los políticos y periodistas de una y otra trinchera en no tomarnos a los ciudadanos por niños de cinco años. Aquella crisis fue por causas ajenas al sistema económico español y ésta, también. Otra cosa es cómo se enfoquen las crisis una vez que han llegado por razones ajenas a los gobiernos de cada momento.
España necesita un gran acuerdo de salvación nacional. Para ello hay que contar con los partidos que no trabajan para romper el Estado y la nación. Ni UPodemos, ni ERC, ni Bildu ni otros partidos nacionalistas servirán para ese empeño. El PSOE, que legítimamente ostenta el Gobierno, el PP, Cs y algunos partidos regionalistas sí deberían alcanzarlo. Un plan de salvación de España no entendido como quién hace más manifestaciones públicas de amor a la patria, como hace ahora el líder bolchevique de Podemos mintiendo, o esos otros que compiten tratando de usar la bandera más grande; se trata de un plan de acción para impedir que ninguna persona en territorio español pase hambre o frio. Se trata de considerar a las personas más importantes que las ideologías. La ayuda de la UE no evitará la miseria, no es suficiente.
El Gobierno, con los aplausos del Consejo de ministros y los del parlamento, está predicando en sentido contrario al que hay que convocar a la nación. Como si esto fuera una feria y ya tuviésemos pase gratis total para todas las atracciones. Hay que concienciar de que vienen años muy duros, de trabajo, sudor y lágrimas para salir lo antes posible de esta situación, y para que las siguientes generaciones, ya castigadas con dos crisis económicas muy seguidas, no vivan, con o sin trabajo, rayando la miseria.
Esta caída del 18,5% del PIB en España, (10% en Alemania, 13,8 en Francia o más del 12% en la UE) se produce porque la primera fuente de ingresos de España es el turismo. La primera empresa en creación de puestos de trabajo, el comercio. Alemania es un país industrial. El confinamiento por la pandemia nos afecta más por nuestro modelo productivo. El Gobierno sí es responsable del discurso falso, engañoso, de los aplausos, de cantar victoria cuando estamos en la peor situación conocida en el último siglo. De mentir a la ciudadanía y no contarle la verdad: que hay que trabajar más ganando igual o menos, que el estado de bienestar se resentirá, y que esto o es un empeño común de la nación y su ciudadanía al margen de ideologías o la herencia para la siguiente generación será muy negativa. Más bienestar hoy será menos en los años siguientes. Pensiones más altas hoy serán más bajas mañana.
Hay que convocar a los españoles a una gran tarea y eso solo es posible con un gobierno que no mienta, que diga la verdad y que se ponga a la cabeza del esfuerzo predicando con el ejemplo: eliminando ministerios, pompa, boato, privilegios, enchufados con salarios obscenos, chiringuitos, mamandurrias, coches, aviones, escoltas, criados, cocineros, médicos, palacios, etc. que utilizan a diario y en vacaciones ellos y sus familias y se los pagamos todos. Pedimos dinero a quienes no tienen escolta, viven en su casa, se hacen su compra y van a trabajar en bicicleta. Nuestra desvergüenza como país es grande. Es tiempo de cambiar de rumbo.