El «escudo social» de Iglesias y Montero

El «escudo social» de Iglesias y Montero

Pablo Iglesias e Irene Montero son tan casta que han decidido subirse el sueldo tras decidir romper los topes salariales del partido. El límite de tres salarios mínimos interprofesionales no les llega y, en consecuencia, la pareja ministerial se compromete a partir de ahora a donar el 15% del sueldo íntegro al partido. He aquí la trampa: el tope de tres salarios mínimos limitaba su sueldo a los 2.850 euros. A partir de ahora, cediendo el 15% del sueldo, Iglesias se llevará al bolsillo cada mes 5.648 euros e Irene Montero 5.302 . El doble de lo que venían cobrando.

Bajo el título «Protocolo relativo a las donaciones de los cargos públicos en todos los niveles de representación pública», Podemos establece que los «miembros del Consejo de Gobierno estatal, autonómico o municipal» deberán donar al partido el 15% del sueldo , otros altos cargos del Gobierno entre un 15% y un 35%, y los diputados del Congreso, del 20% al 50% si tienen dedicación exclusiva. O sea, quien parte y reparte se queda con la mejor parte, porque el sistema beneficia de manera clara al vicepresidente segundo y a la ministra de Igualdad, que se han diseñado a medida un «escudo social» de tamaño XXL. Lo curioso es que mientras Podemos defiende la progresividad fiscal a la hora de pagar impuestos (esto es, que pague más quien más gana), a la hora de fijarse los sueldos, quienes más ingresan menos donan en proporción. Comunismo asimétrico.

Otra modificación, que ha indignado a las bases, es la que impide destinar el dinero a fines sociales. A partir de ahora, «todas las donaciones realizadas por los cargos electos, nombramientos y personal de gobierno serán realizadas a Podemos exclusivamente». Está claro que el partido que venía a regenerar la democracia, el que decía que se parecía más a la sociedad y se comprometía a llevar la austeridad a la política, se ha convertido en un club de privilegiados, liderados por una pareja de nuevos ricos que representa la visión más clásica de la burguesía capitalista.

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