El ‘Barrio Sésamo’ del ‘procés’

El ‘Barrio Sésamo’ del ‘procés’

La pasada Diada del 11 de septiembre en Cataluña nos ha proporcionado un buen número de lecciones, que para facilitar su comprensión a los que todavía siguen pensando que algunos secesionistas tienen remedio, y que quieren “dialogar” y llegar a acuerdos con el Gobierno de España o con los “españoles” en general, las vamos a explicar de manera sencilla al estilo del mítico programa televisivo ‘Barrio Sésamo’.

El gobierno autonómico de JxCAT y ERC, cuya gestión de la pandemia ha sido un desastre, prohibió que se juntaran más de diez personas en un bar a causa de la pandemia, aunque llevaran mascarillas y guardaran la distancia de seguridad. Pero durante la Diada permitió concentraciones de centenares de ‘patriotas’ de la ANC en toda Cataluña. Es la diferencia que el gran Coco nos explicaba entre “arriba” y “abajo”. O mejor dicho “los de arriba que mandamos, que somos los separatistas y que podemos hacer lo que nos dé la gana” y “los de abajo, los que formáis la chusma unionista que solo existe para obedecer lo que la raza superior, nosotros, os digamos”.

El gobierno autonómico de JxCAT y ERC pidió prudencia y responsabilidad a la ciudadanía, mientras permitió a sabiendas, porque todos teníamos claro lo que iba a pasar, que centenares de radicales se juntaran en Barcelona, sin guardar la distancia de seguridad, para quemar efigies del Rey e imágenes de lo que consideran “enemigos de Cataluña”. Por supuesto, de lo que consideran la “Cataluña catalana”, ya que los catalanes que no comulgan con sus ideas son “no catalanes”. A esto se le llama “hacer un Triki”, que es intentar razonar con el monstruo de las galletas. A Triki le acercas una galleta, le dices que no se la coma y, por supuesto, se la zampa. A un CDR o a un ‘cupero’ le dices “si montas una manifestación, respeta la distancia de seguridad y no montes altercados” y va y te monta unas fallas en septiembre en el centro de la ciudad.

Quim Torra, en su discurso de la Diada, en vez de explicar algo que uniera a todos los catalanes, dado que, al menos teóricamente, es la fiesta oficial de esta comunidad autónoma, se dedicó a insultar a las instituciones españolas a costa de Lluís Companys. A este presidente de la Generalitat le fusiló la dictadura franquista meses después de finalizar la Guerra Civil, pero no está de más recordar que bajo su mandato se torturaron y mataron a miles de católicos en la retaguardia en Cataluña, cosa que Torra no tuvo a bien comentar en su alocucíon. No fueron muertes en actos de combate, fueron viles asesinatos a sangre fría. A esto se le llama hacer un “Conde Draco”, que es poner cara de mala leche, y utilizar mucha parafernalia sonora, para al final contar del uno al cinco, y no siempre bien. En esto el ‘president inhabilitat’ es un maestro.

La información de TV3 de los actos de la Diada fue un continuo spot propagandístico, pero muy torpe, para vender una uniformidad de Cataluña que solo existe en la mente de los propagandistas separatistas más fanáticos. Lo intentaron, y fueron pesaditos con el tema de “exiliados”, “libertad” y sus otros mantras, pero solo convencieron a los fans muy fans. Más o menos como la rana Gustavo, el reportero más dicharachero, que daba más pena que otra cosa y al que la muchachada le perdonaba todo no por su pericia, sino por ser parte del paisaje y dar mucha risa. Lástima que TV3 más que risas genera llantos, por los más de doscientos millones de euros que nos cuesta a todos los españoles.

Por suerte, Barrio Sésamo no es producido por TV3, si así fuera Coco iría encapuchado y quemaría contenedores en Vía Layetana, Triki se dedicaría a pintar y vandalizar las sedes de los partidos no separatistas, el Conde Draco sería el abogado defensor de los “presuspolítics” y la rana Gustavo dirigiría la televisión de la Generalitat mientras le clavaba el colmillo a Carrizosa o a Alejandro Fernández. Aunque denles tiempo, que por dinero público no será…

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