Asalto a RTVE
La elección de dos miembros del consejo de administración de RTVE a propuesta de Junts y de ERC confirma lo que ya sabíamos: que el proceso fue un modus vivendi. De hecho, de todas las variantes («todo por la pasta», «a vivir que son dos días», «la pela es la pela», etc.) esta sería la de «qué hay de lo mío». Porque la elección confirma también algo que, aunque sea obvio, conviene recordar el proceso ha fracasado.
Miquel Calçada y Sergi Sol son los representantes de aquellos dos partidos que, en julio del 2015, prometieron la independencia a los 18 meses. De eso hace casi diez años. Ya se ve que no. En sus parámetros mentales, Televisión Española debe ser la cadena del «estado opresor» del «Reino de España». Y ellos querían una República. Catalana, por supuesto. Pero de algo hay que vivir.
El caso de Calçada es quizás el más paradigmático porque fue, con 18 años, la primera voz que sonó por Catalunya Ràdio, la emisora oficial de la Generalitat. Es decir, ya era entonces un periodista de confianza. Aunque nadie duda de su valía profesional como presentador. A la sombra de eso, Pujol le otorgó también frecuencias de radio, lo que le permitió poner en marcha una cadena propia (Flaix FM) de la que luego se desvinculó. En cambio, como se sabe, a la COPE -cuando estaba Jiménez Losantos- la frecuencia se la quitó.
Miquel Calçada fue, además, el primero que normalizó la estelada con TV3. Entre el 2003 y el 2009 presentó un programa en la cadena pública, Afers Exteriors, en el que se dedicaba a visitar catalanes por el mundo. A veces salía con una chaqueta que, en la parte superior de la manga, lucía una bandera independentista en miniatura.
Recuerdo que el tema llegó a la comisión de control del Parlament, pero los mandamases de la CCMA alegaron que el programa estaba hecho por una productora privada. Pese a que se emitía por una cadena pública. Sin embargo, su primer servicio a la causa se remonta a los años 90. Presentaba también un programa, Personas humanas, junto a un retrato de la infanta Elena en el plató. De la infanta Elena, no de ningún otro miembro de la Casa Real.
En el 2015, de la mano de Francesc Homs, probó fortuna en la política. Se presentó como candidato al Senado por Convergencia. Con tan mala fortuna que no salió. Por eso ahora lo compensan.
Para terminar, si quieren un detalle personal: Miquel Calçada y yo tuvimos la misma profesora de latín en el BUP aunque él es más joven. De hecho, hasta se casó con ella a pesar de la diferencia de edad. El matrimonio acabó posteriormente como el rosario de la Aurora. Incluso con denuncias judiciales.
El caso de Sergi Sol es distinto porque siempre fue el machaca de Junqueras. Al menos a nivel comunicativo. Aunque empezó en un ayuntamiento de CiU, el de Sitges, a mediados de los 90. Recuerdo que, cuando lo cesaron de asesor del Departamento de Vicepresidencia ya en el 2020, le llamé:
«¿Qué harás ahora?»
«Tengo cosas»
En efecto, está en un montón de medios de comunicación como tertuliano. Cuota Esquerra: el digital El Nacional, El Periódico, La Sexta. No sé la lista entera.
Lo que no sé es si es tan cercano a Junqueras, por qué lo han metido en el consejo de administración de RTVE. Probablemente, porque piensan en la Moncloa que el ex líder de ERC, en el próximo congreso del partido, se llevará el gato al agua. Y así ya lo tienen atado.
En fin, termino con otra cuota: Marta Ribas, porque Sumar ha colado -a pesar de sus problemas internas- dos miembros en el máximo órgano de control de RTVE: la citada Marta Ribas en representación de los Comunes y María Teresa Martín directamente por Sumar.
Una periodista independiente, sin duda. La conocí ya de diputada de Iniciativa, el antecedente de los Comunes, en el Parlament. Porque fue, en efecto, parlamentaria entre el 2012 y el 2020. Cuando lo dejó pensé que volvía al sector privado. Pero me equivoqué: siempre encuentran trabajo.