El ‘de arriba’ era el imputado fiscal general del Estado
OKDIARIO ha tenido acceso a la transcripción de la declaración que el fiscal de delitos económicos Julián Salto realizó ante el juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) en la que relata su participación en el caso de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, desde la recepción del expediente hasta las comunicaciones con sus superiores jerárquicos, mientras asistía a un partido de fútbol de la Champions. El fiscal es concluyente: «A mí la llamada del 7 de marzo me deja preocupado, porque yo trabajo en un cuerpo jerarquizado en el cual cuando el superior te llama, pues no es para nada bueno». En su declaración da a entender que él tenía la voluntad de llegar a un pacto con el novio de Isabel Díaz Ayuso con condenas menores por asuntos de fraude fiscal, algo que deja en evidencia los argumentos de la izquierda y sus terminales mediáticas que sostienen que el pacto nace exclusivamente de la defensa de González Amador.
Julián Salto declaró ante el TSJM que no descubrió hasta el 8 de marzo de 2024, días después del intercambio de emails de la polémica, la relevancia política del caso: «El 8 de marzo pregunto a mi fiscal decana [Virna Alonso] y me dice que es que el investigado […] tiene un vínculo sentimental con la presidenta de la Comunidad de Madrid».
Al describir ante el juez el procedimiento habitual de comunicación con el abogado del investigado, Salto dijo que no era la primera vez que trabajaban juntos: «Era la cuarta conformidad que podía cerrar con Carlos Neira, la tercera en unas negociaciones dentro de las diligencias de investigación de Fiscalía», explicó ante el juez. Lo que viene a sugerir el fiscal es que, en efecto, estaba dispuesto a llegar un acuerdo -uno de tantos- y que sólo la intromisión de su superior, el imputado fiscal general del Estado, impidió que se hiciera efectivo. No sólo filtró un documento de carácter secreto, sino que el fiscal general fue quien impidió un acuerdo de conformidad entre las partes por estrictos motivos políticos.