Armengol planea un pucherazo

Armengol

La baja de José Luis Ábalos como diputado ha causado un problema colateral al PSOE: su debilidad parlamentaria es tan grande que perder un voto puede resultarle un desastre. Por eso se plantea alterar las mayorías parlamentarias. Ante el hipotético caso de que Junts se abstenga, PP, Vox y UPN sumarían los mismos 171 votos que el resto de fuerzas parlamentarias, por lo que, con el reglamento del Congreso en la mano y en el caso de que el empate continuara en una segunda votación, la propuesta decaería y no saldría adelante.

El voto de Ábalos, ante la abstención de Junts, era clave para que el Gobierno sacara por los pelos decretos leyes. Un ejemplo reciente lo tenemos con la votación sobre la enmienda del PP a la Ley de Movilidad Sostenible en la que planteaba una prórroga sobre las centrales nucleares de Almaraz, Ascó I y Cofrentes. En aquella ocasión, la enmienda del PP no salió adelante, porque los de Puigdemont se abstuvieron y el resultado fue que la enmienda no prosperó por un sólo voto.

Ante la ausencia de Ábalos y la amenaza de que las votaciones en el Parlamento se sustancien en un empate a 171 votos (PP, Vox y UPN por un lado y PSOE y todos los demás, excepto Junts, por el otro), la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, está buscando la manera de reinterpretar las mayorías, algo que, en suma, no es otra cosa que un pucherazo descomunal.

Lo que pretende el Gobierno es que, en caso de empate, sus propuestas legislativas salgan adelante y no como hasta ahora que, en caso de empate, decaían. Es decir, barrer para casa. No hay sustento legal alguno para esa argucia contable, pero ya se sabe que esta gente trampea la norma a conveniencia. Permanezcan atentos porque Francina Armengol anda metida en faena y no es en absoluto descartable que se inventen unas nuevas mayorías. O sea, que en caso de empate, ganen.

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