¿Almeida Presidente?

¿Almeida Presidente?

Muchas personas me preguntan últimamente sobre la posibilidad de que el Alcalde de Madrid pase a liderar el PP y opte a la presidencia del Gobierno. El modo en que ha gestionado la pandemia en la capital del Reino les resulta lo bastante solvente para pensar que sería un buen Presidente. Creo que esos anhelos merecen un artículo que les responda. Por ello les voy a explicar que lo veo imposible, improbable e inconveniente. Pero como mis mayores me enseñaron a dar a toda propuesta respuesta y a toda negativa alternativa, remataré el artículo ofreciendo la alternativa que sí creo viable. 

En primer lugar, creo que convertir a Almeida en Presidente es imposible. Quien crea que se puede cambiar el líder de un partido así como así, es que no se ha enterado de que vive en una partitocracia. Vivimos sometidos a una ley de hierro de la oligarquía de los partidos. Bien es cierto que hemos visto cambios de líder inesperados (Hernández Mancha, Borrell, la caída de Pedro Sánchez…). Pero la ley de hierro es cada vez más dura. Para optar al Gobierno hay que ganar antes en el Partido, lo cual es si me apuran más complicado. 

En segundo lugar, aun en el caso de que lográsemos cambiar la ley de hierro de los partidos, haría falta que Almeida quisiera liderar el PP. Y creo que Almeida ni quiere, ni le interesa. Apenas tiene poder orgánico en el PP y no parece que lo esté buscando. Y aunque tuviese más poder en el partido, está claro que el líder a quien él apoya es Pablo Casado. De modo que su salto al liderazgo es, además de imposible, improbable. 

En tercer lugar, hay que tener en cuenta que las cosas necesitan tiempo para madurar. Almeida apenas lleva un año de Alcalde de Madrid. Se debe a sus electores. Lo decente sería que se volviese a presentar ante ellos. Dar saltos rápidos tiene consecuencias nefastas. El ejemplo de Inés Arrimadas es demoledor. Su deserción anticipada ha condenado a la irrelevancia a Ciudadanos en Cataluña. A día de hoy se podría decir que quien lidera la oposición en el Parlament es Alejandro Fernández (PP) pese a tener 4 diputados frente a los 37 de Cs. En política las cosas requieren de más tiempo para solidificar. Las instituciones merecen una fidelidad de sus servidores. Es por ello que si Almeida ahora se lanzase a una carrera que le supusiese abandonar Madrid, estaría haciendo algo inconveniente. 

Ahora bien, creo que si se podría plantear una alternativa. Las siguientes municipales (2023) serán, si se agotan las legislaturas, antes que las generales. Almeida puede volver a concurrir ante sus votantes y obtener un gran éxito. Logrado eso, Pablo Casado puede ofrecerle perfectamente el número 2 al Congreso por Madrid en las siguientes generales. Y así, si Pablo Casado logra ser Presidente, Almeida podría ser vicepresidente (y le puede dejar la Alcaldía a Inmaculada Sanz, una joya por descubrir como tenemos dicho). Si Casado no logra gobernar, Almeida sigue de Alcalde y además de diputado, de modo que puede proyectar su liderazgo nacional también en el Congreso. 

En suma, creo que, dadas las circunstancias, la mejor opción sería responder al anhelo de los electores por Almeida de modo que se les pueda decir: si quieres Almeida en el Gobierno, vota Pablo Casado. 

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