Agotados e impagados
Mientras las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado siguen al pie del cañón en Cataluña, el Ministerio del Interior continúa sin cumplir con ellos. Los agentes de la Guardia Civil llevan 43 días destinados en la región sin recibir las dietas prometidas. En total, más de 4.000 euros por antidisturbio tras un mes largo de trabajo donde incluso han tenido que pagarse cosas de su propio bolsillo. Una situación intolerable para unos agentes que ya han tenido que sufrir alojamientos precarios así como una comida de dudosa calidad. Todo ello a pesar de que están realizando un extraordinario trabajo, siempre en minoría ante los radicales debido a la inacción de los Mossos. La labor de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) ha sido fundamental, y lo será también en el futuro, para garantizar el orden constitucional y el cumplimiento del Estado de Derecho en Cataluña. Más ahora que nos encontramos ante la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno. No obstante, no parecen suficientes motivos para Interior. El ministerio que dirige Juan Ignacio Zoido sigue regateándoles derechos que deberían conceder sin más dilaciones.
Los guardias civiles ubicados en el cámping de Gerona —ciudad donde este mismo miércoles han declarado persona non grata al Rey— fueron expulsados de los hoteles independentistas tras los escraches de los radicales y aún así han seguido con su labor y con su compromiso con España. Sin embargo, es hora de que las autoridades políticas cumplan con ellos y les den lo que merecen. Este retraso en el pago de las dietas debe servir además para incidir en la necesidad de equiparar los salarios y las condiciones laborales de todos los cuerpos policiales, tanto nacionales como autonómicos. De hecho, lo ideal sería crear un mando único que los aglutinara. No puede ser que un mosso cobre casi el doble que un guardia civil de la misma manera que resulta intolerable que un agente que cobra en torno a los 1.400 euros netos esté desprovisto de las dietas que le corresponden por esta misión especial. Nuestros agentes siguen firmes a pesar del agotador esfuerzo que realizan. No estaría de más que el Ejecutivo considerara más y mejor este sacrificio.