Agitadores de izquierda alimentados con dinero público

Agitadores de izquierda alimentados con dinero público

La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) está alentando las protestas contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hasta el punto de haberse convertido en el brazo callejero del socialcomunismo. FRAVM reivindica su autonomía respecto a los partidos, pero se ha convertido en la muleta de la izquierda. Siempre al quite, cumple a la perfección su papel: se erige en actor de la sociedad civil, pero siempre responde presta a la llamada de las denominadas fuerzas progresistas. Serán independientes, pero actúan al servicio de una causa ideológica, de modo que esa autonomía de la que presumen es falsa. Para más inri, la FRAVM recibe copiosas subvenciones de las instituciones públicas madrileñas.

Tal como reflejan en sus cuentas anuales correspondientes a 2018, las últimas que han publicado en su página web, la FRAVM recibe del orden de dos millones de euros al año entre subvenciones, acuerdos, ayudas y convenios. Eso de calentar la calle con los bolsillos llenos debe de ser un signo de distinción del progresismo. Por cierto, dado que el Ayuntamiento y la Comunidad participan en las generosas ayudas, alguien debería hacérselo mirar.

Ahora, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid ha hecho pinza con Podemos para servir a la estrategia de acoso y derribo contra la presidenta de la Comunidad de Madrid. Al igual que Podemos, acusa al Gobierno regional del PP de «segregar» a los barrios y municipios del sur de la región, un discurso que responde al guión impuesto por el socialcomunismo y que la FRAVM cumple a la perfección. Tratar de tensionar la calle, previo pago por los servicios prestados, es lo que está haciendo está asociación que presume de independencia, pero se financia en gran parte con fondos públicos. Su última reunión con Podemos ha servido para comprobar cómo la FRAVM mantiene una unidad de criterio con la formación de Pablo Iglesias tan firme que cualquiera diría que es una sucursal del populismo.

 

 

 

Lo último en Opinión

Últimas noticias