Un acuerdo que destrozará la economía y reventará la unidad de España
El acuerdo alcanzado en tiempo récord entre el PSOE y Unidas Podemos para la formación de Gobierno, demuestra, con independencia del daño que para España podría suponer un pacto con la izquierda radical y los independentistas de ERC, que Pedro Sánchez es un trilero político que ha convertido a los españoles en rehenes de su estrategia partidista. El tiempo perdido y los centenares de millones gastados en la nueva convocatoria electoral los vamos a pagar los españoles, utilizados como si fueran cobayas en el laboratorio particular del presidente del Gobierno en funciones.
Sánchez decidió abrir de nuevo las urnas porque creyó que aumentaría su mayoría parlamentaria y podría forzar al resto de formaciones a apoyar su investidura sin ninguna contrapartida. Que ahora haya corrido a buscar el apoyo de la formación de Pablo Iglesias demuestra que los 120 escaños cosechados el domingo -tres menos que en abril- han supuesto para Sánchez un revés a su estrategia y la constatación de que está en una situación de evidente debilidad.
El escenario que se abre en el horizonte es, sencillamente, espeluznante: el PSOE en manos de la izquierda radical y de los independentistas catalanes, con Pedro Sánchez convertido en una marioneta cuyos hilos manejarán los populistas y los separatistas. La reedición del Frente Popular. Peor, imposible. A nadie se le oculta que el paso siguiente será garantizarse la abstención de la formación que tutela Oriol Junqueras, condenado en firme por un delito de sedición, y la de los proetarras de Bildu. Para echar a correr. Por supuesto, los independentistas y los herederos de ETA van a cobrarse muy caro su apoyo. El reconocimiento de la plurinacionalidad, en primera instancia, y una posterior consulta no vinculante en Cataluña, además, claró está, del compromiso del Gobierno de adoptar las medidas necesarias para que los golpistas catalanes actualmente en prisión recuperen cuanto antes la libertad.
Esto es lo que ha conseguido Pedro Sánchez: colocar a España a un paso del abismo. Todo por mantenerse en el poder. Pocas veces, un gobernante ha sido más nocivo que el actual presidente en funciones. Nunca antes se había atrevido nadie a traspasar todas las líneas rojas para continuar en La Moncloa.