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Los analistas recomiendan reducir al mínimo la exposición a Reino Unido ante la incertidumbre del Brexit

Boris Johnson
Boris Johnson en el Parlamento británico. Foto: Europa Press

La posibilidad de que se produzca un Brexit duro está poniendo en jaque a todas las instituciones europeas y a las empresas con intereses en la economía británica, que aunque llevan meses preparando planes de contingencia sufrirían duramente en el caso de que se produzca una salida abrupta de la Unión el 31 de octubre. Ahora mismo están todas las cartas sobre la mesa.

Es cierto que la derrota del martes de Boris Johnson en el Parlamento ha dado cierto alivio a la libra, pero la posibilidad de que se produzca una salida sin acuerdo de la Unión Europea del Reino Unido es mucho más real que hace unos meses.

Una mayoría de diputados británicos votó a favor de una moción que deja al Gobierno sin el control de la agenda parlamentaria, primer paso para aprobar este miércoles una ley con la que evitar que el primer ministro, Boris Johnson, pueda llevar al país a un Brexit sin acuerdo el próximo 31 de octubre. Pero no todo han sido derrotas para Johnson en las últimas horas. La Justicia ha determinado este miércoles que la decisión del primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, de suspender la actividad parlamentaria durante varias semanas es completamente legal.

La gravedad del asunto es tal que el propio presidente del Gobierno en funciones español, Pedro Sánchez, ha convocado un gabinete de crisis en Moncloa para analizar los efectos del Brexit en España.

Según el analista de IG, Aitor Méndez, «una salida sin acuerdo del Reino Unido supondrá un auténtico shock para la economía británica». «Todas las empresas con presencia o expuestas al Reino Unido lo notarán inmediatamente ya que, a todos los efectos, el Reino Unido comenzará a ser considerado un país tercero, como lo puedan ser Marruecos o Arabia Saudí», remarca.

El impacto sería muy considerable en todos los sectores: «Todas las cadenas de suministro se verán afectadas y muchas compañías se expondrán incluso a paros en la producción. Además, la libra esterlina se expone a una fuerte devaluación (mayor aún a la vista hasta la fecha) lo que supondrá, en la práctica, una reducción de los ingresos de todas las compañías que facturan en libras», señala Méndez.

Pero no solo Reino Unido sufriría un fuerte golpe, sino también el resto del mundo, que ya afronta desafíos como la desaceleración global o el proteccionismo: «Las economías europeas también se verán afectadas, ya que muchos compradores británicos, al no disfrutar de las ventajas del mercado común, podrían buscar nuevos proveedores fuera del Viejo Continente, como podría suceder, por ejemplo, con productos como las frutas y hortalizas».  «En suma, según las estimaciones realizadas por el propio Banco de Inglaterra, los efectos en la economía de un Brexit sin acuerdo podrían ser muy similares a los que tuvo la última gran crisis financiera», remacha el analista de IG.

Pero, ¿cómo pueden protegerse los inversores de esta situación?: «Los inversores harían bien en reducir al mínimo por el momento su exposición al Reino Unido, ya que las perspectivas de que se produzca una salida acordada son muy reducidas en este momento», señala Aitor Méndez. «Además, en plena guerra comercial, sería lógico pensar que el movimiento de capitales que estamos viendo hacia activos considerados refugio como los metales precios, la deuda pública o divisas como el yen y el franco suizo seguirán acentuándose en próximas fechas», remacha.

Natalia Aguirre, analista de Renta 4 expone «que los últimos acontecimientos (pérdida de mayoría de Boris Johnson tras el cambio de bando de un miembro del partido conservador a la oposición laborista) aleja la posibilidad de una salida sin acuerdo de la UE el 31 de octubre, algo que hoy se está leyendo con subidas en bolsa y libra, pero la incertidumbre sobre lo que pueda pasar al final sigue siendo muy elevada». Y explica: «Este miércoles se votará una propuesta de ley para pedir una extensión del Artículo 50 que podría llevar la fecha de salida de Reino Unido de la UE del 31 de octubre de 2019 al 31 de enero de 2020. En caso de salir adelante esta propuesta de retraso del Brexit, Johnson amenaza con convocar elecciones para el 14 de octubre, para lo que precisaría 2/3 del Parlamento, que no está claro que consiga. Los últimos acontecimientos alejan la posibilidad de una salida sin acuerdo de la UE el 31-octubre, pero la incertidumbre sigue siendo muy elevada».

Aunque la analista de Renta 4 considera que «no está nada claro que vaya a haber un Brexit duro ni un Brexit sin acuerdo, parece más probable que se sigan produciendo extensiones de plazos». «En cualquier caso, si crees en el peor escenario, lo mejor sería evitar valores con elevada exposición a Reino Unido», remacha.

Pese a los últimos movimientos, Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, considera que «la reacción de los mercados es tremendamente complicada». «Estamos intentando no tener riesgo del Brexit. Como ya pasó el día del referéndum la reacción a corto plazo de los mercados es muy difícil. Llevamos tiempo viendo que cuando vienen los lobos sufre la libra pero los mercados no sufren. La bolsa inglesa en libras ha sufrido menos que la bolsa española desde el referéndum. Estamos intentando reducir el riesgo del Brexit», remarca.

Elices señala que llevan tiempo invirtiendo en oro o en carteras por rentabilidad por dividendo sin Reino Unido. «El enfoque es reducir la exposición a Reino Unido desde hace tiempo, como gestora de banca privada», remarca.

A su juicio, ante un hipotético Brexit duro habría que ver la reacción de la Unión Europea, ya que ante el último órdago de Johnson pueden cambiar las opciones: «Seguimos pensando que es muy pronto para dar por hecho un Brexit duro. A la vez que ha aumentado la probabilidad de un Brexit duro ha aumentado tanto o más la posibilidad de unas elecciones. Ya se está hablando de la posibilidad de dar una patada adelante hasta el 31 de marzo». «Ante la incertidumbre, la idea es aislarse de ese riesgo en la medida de lo posible. Sí que nos preocupa más lo que puede pasar para la bolsa europea y por eso estamos posicionados como conservadores», avisa Elices.

Riesgo de recesión en la economía británica

Mientras tanto, la posibilidad de una recesión en Reino Unido es cada vez más factible. La contracción de la actividad del sector manufacturero y del de la construcción, así como el estancamiento del sector servicios, por la incertidumbre del Brexit ha elevado la posibilidad de que Reino Unido sufra una recesión económica, según alerta este miércoles IHS Markit, informa Europa Press.

El índice de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés) del sector manufacturero elaborado por la firma y publicado esta semana reflejó que la actividad había caído a mínimos desde julio de 2012, al situarse en 47,4 puntos en agosto. De su lado, el índice PMI del sector de la construcción alcanzó en el octavo mes del año los 45 enteros, su menor nivel desde marzo de 2009.

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