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¿Mi perro puede participar en terapias?

Cada vez más se usan perros y otros animales para terapias con personas. Pero, ¿cómo saber si un perro puede participar en terapias? Toma nota.

Terapia con perros
Perros para terapias

La terapia asistida con perros gana cada vez más notoriedad en el ámbito médico. Su impacto positivo conlleva a mejoras significativas en la salud física y mental de personas con enfermedades y discapacidades. Al percibir la natural amabilidad y lealtad de sus peludos, muchos tutores se hacen la siguiente pregunta: “¿mi perro puede participar en terapias?”. No obstante, los canes deben cumplir numerosos requisitos para poder asistir con seguridad y eficiencia a las personas que los necesitan. ¡Sigue leyendo y descubre si tu mejor amigo puede convertirse en un perro de terapia!

¿Cómo saber si mi perro puede desempeñarse en terapias?

No es casualidad que las razas caninas más empleadas en tareas de asistencia sean aquellas que también demuestran gran predisposición al entrenamiento y temperamentos más estables. Estas son algunas de las características más importantes y valoradas a la hora de habilitar la participación de perros en terapias.

Sin embargo, ello no significa que únicamente perros de raza o de determinadas razas puedan desempeñarse en estas funciones. Los mestizos también pueden revelarse grandes asistentes, e incluso las razas de perros consideradas potencialmente peligrosas rompen paradigmas al demostrar sus calidades en terapias.

En este sentido, es esencial entender que el comportamiento de cualquier perro no es definido exclusivamente por su herencia genética. El entrenamiento y el ambiente a que son expuestos influyen directamente en su conducta. Por ello, se necesita ir más allá de la raza y del linaje para saber si tu perro puede participar en terapias.

A continuación, repasamos las características esenciales de un buen perro de asistencia:

Características clave de los perros de terapia

  • Sociabilidad: un perro de asistencia debe ser sociable, tanto con personas como con otros animales. Algunos canes son naturalmente más sociables que otros, pero todos necesitan experimentar un correcto proceso de socialización. Lo ideal es que un perro de asistencia empiece a ser socializado desde sus primeras semanas de vida, para aprender a relacionarse positivamente con todos los individuos y estímulos de su entorno.Perro en terapias
  • Obediencia: para participar en terapias, tu perro necesita estar adiestrado. Independiente del entorno, un can de asistencia debe ser capaz de enfocarse y obedecer a las órdenes que le son presentadas. Esto es clave para garantizar la seguridad de la persona asistida, de todos los demás a su alrededor y también del propio perro. Además, es muy difícil hablar de un carácter estable en un perro que no ha sido educado correctamente.
  • Paciencia: un perro de terapia debe ser confiable y, para ello, necesitan demostrar paciencia y tolerancia al lidiar con diferentes personas. Principalmente llevando en consideración que gran parte de sus tareas se desempeñan en contacto directo con niños y personas mayores. Nuevamente, la herencia genética puede favorecer este rasgo en el temperamento de algunas razas (y mestizos). Pero tanto la socialización como el adiestramiento resultan indispensables para asegurar que el can no reaccionará de forma negativa ante un contexto inesperado.

Si tu perro demuestra estas características en el día a día, quizás sí pueda participar en terapias. Pero para ello, necesitarás buscar a un entrenador profesional, ya que el entrenamiento de cualquier perro de asistencia debe cumplir ciertos protocolos.

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