¿Cuáles son las desventajas de dormir con el gato?
Si tienes un gato como mascota, seguro que desde el primer momento en el que ha llegado a casa se ha convertido en un miembro más de tu familia. Quizá te parezca una buena idea dormir con el gato en la misma cama, pero los expertos apuntan a una serie de razones para no hacerlo.
Existen opiniones encontradas sobre los pros y los contras de dormir con el gato. Eres tú quien debe tomar la decisión de si hacerlo o no, pero para ello necesitas tener toda la información sobre esta práctica, y en el artículo de hoy vamos a centrarnos en los inconvenientes.
Dormir con el gato: desventajas
Lo primero y más importante a tener en cuenta es que tu calidad de sueño puede verse afectada de alguna manera. Los movimientos nocturnos del gato pueden despertarte, así como los pelos y los arañazos. Los pequeños felinos son animales muy territoriales, así que es normal que quieran controlar el espacio donde duermen.
Otro aspecto a considerar es el de los parásitos. El gato puede tener un parásito intestinal que se transmite a través de pulgas o piojos, o por la ingesta de alimentos contaminados. También puede tener un parásito externo, como ácaros y garrapatas.
A esto hay que sumar las enfermedades zoonóticas, que se transmiten entre animales y humanos. Si el gato sale al exterior con frecuencia, existen más posibilidades de que se infecte de algo que luego pueda contagiarte a ti si dormís en la misma cama. Es verdad que el riesgo de que el contagio se produzca es bajo, pero hay que tener especial cuidado en el caso de mujeres embarazadas y personas inmunodeficientes.
Recuerda que los pequeños felinos son animales de costumbres. Quizá quieras dormir con tu gato cuando es un cachorro, pero quitarle esta costumbre cuando llegue a su etapa adulta será muy complicado. No entenderá por qué esta siendo rechazado, lo que le generará un gran cuadro de estrés. Por lo tanto, debe tener su propia zona para dormir desde el primer momento.
Y, por último, dormir con el gato provoca que los alérgenos que libera el animal permanezcan en el colchón, incluso si se cambian las sábanas. Estos alérgenos pueden favorecer la aparición de repuestas inmunológicas por parte del organismo. Una de las principales desventajas de dormir con el gato es que puedes desarrollar alergia por hipersensibilidad.
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