Rivas protesta contra la alcaldesa de IU por la M-50: un año y medio de retraso y 6 millones «perdidos»
La alcaldesa dijo que estaría terminada para las elecciones y luego dio otras fechas. Ahora decide callar para no equivocarse
Los vecinos de Rivas-Vaciamadrid saldrán a la calle este sábado para protestar contra la postura estática de la alcaldesa Aída Castillejo (IU) por los grandes retrasos en las obras de la M-50, dado que éste es el único municipio grande de la Comunidad de Madrid que no tiene salida a la autopista, a pesar de que se destinaron a los trabajos seis millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) «perdidos».
Rivas lleva casi dos décadas pidiendo tener acceso a la M-50, hasta que en 2009 se le destinó una partida de los Presupuestos Generales del Estado de 6 millones de euros del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, un dinero que gestionaría directamente el Ayuntamiento. «Nunca llegó a concretarse y ese dinero se perdió», explica Carlos Gómez Torrijo, portavoz del partido político Vecinos por Rivas-Vaciamadrid.
La primera piedra se puso en junio de 2022 y entonces se le dio un plazo de ejecución de un año, justo el tiempo que restaba para la celebración de las elecciones generales. El Ayuntamiento insistió en que en junio de 2023 estaría terminada. La alcaldesa se apuntó un tanto públicamente y festejó el poco tiempo que quedaba «para que esos boletines mañaneros de la radio apunten a una mejor descongestión en los accesos a la A-3, al menos desde Rivas». Al mismo tiempo, la vicealcaldesa Mónica Carazo señaló que esto era posible «gracias al compromiso del Gobierno y a pesar de que la Comunidad de Madrid se ha desentendido».
No informará de más fechas
El pasado mes de octubre volvieron a prometer una nueva fecha para salir de Rivas a la M-50: enero de 2024. Tras incumplirlo nuevamente, el Ayuntamiento ha decidido no informar sobre los plazos para «no equivocarse», aunque hayan intentado justificar el retraso con el clima -«las lluvias torrenciales» que se han producido- y «los protocolos de prevención de riesgos laborales aplicados por las altas temperaturas registradas durante el verano».
Además, aseguraron que «la empresa cuenta ya con las autorizaciones de Exolum, Nedgia, Enagás, Unión Fenosa Distribución y Red Eléctrica Española, a falta tan solo de encontrar la solución más óptima a las afecciones que dependen del Canal de Isabel II». Sin embargo, lo único que se puede ver por el momento son «diferentes máquinas sobre el terreno, moviendo tierras y la ejecución de unas pocas tareas», apuntan Vecinos por Rivas-Vaciamadrid.
La salida a la M-50 es una reivindicación vecinal que ha conseguido el consenso de todas las fuerzas políticas siempre. Lo que se está esperando es la apertura de la ansiada primera fase, la del enlace para salir de Rivas, y más tarde se abrirá el acceso en sentido hacia esta localidad. La entrada y salida a través de la glorieta oeste hacia la A-3 descongestionaría Rivas.
La autopista es una de las principales arterias de la Comunidad, una carretera de circunvalación de Madrid y su área metropolitana de 85 kilómetros y que da acceso a 18 municipios madrileños, pasando cerca de la Puerta del Sol.
De momento, los privilegiados son los vecinos de Las Rozas, Majadahonda, Pozuelo, Boadilla del Monte, Villanueva de la Cañada, Brunete, Villaviciosa de Odón, Alcorcón, Móstoles, Leganés, Fuenlabrada, Getafe, Pinto, San Martín de la Vega, Mejorada del Campo, San Fernando, Coslada y Torrejón, pero los de Rivas aún no.
Por eso, ya con la autorización de la Delegación del Gobierno, los habitantes se concentrarán este sábado a las 12.00 horas en la Plaza de la Constitución, frente al consistorio, para «seguir denunciando las cosas que hace el sectario Ayuntamiento», declara Carlos Gómez Torrijo. Terminarán con una pitada.