El restaurante favorito de Isabel Preysler está en este barrio de Madrid: comida exquisita y cerca del Retiro

Madrid, con su espíritu acogedor y cosmopolita, se ha consolidado como un refugio tanto para las figuras más reconocidas del panorama nacional. Entre estas personalidades destaca Isabel Preysler, icono de la elegancia y el estilo, quien ha sabido encontrar en la capital espacios donde se siente como en casa, como este restaurante que se ha convertido en su favorito. Su exigente gusto la lleva a elegir con sumo cuidado aquellos lugares que frecuenta, especialmente cuando se trata de gastronomía.

Uno de sus rincones predilectos se encuentra en el corazón del barrio de El Retiro. Allí se sitúa el restaurante Horcher, un establecimiento de esencia centroeuropea fundado en 1943 que ha visto pasar a algunas de las figuras más ilustres del siglo XX. Elegancia, tradición y un servicio impecable lo convierten en el lugar ideal para quienes, como Isabel Preysler, buscan una experiencia gastronómica inolvidable. Con platos como el solomillo Horcher o el beef Strogonoff, se ha ganado un lugar de honor entre los espacios favoritos de la socialité filipina.

Horcher, el restaurante favorito de Isabel Preysler

El restaurante Horcher, situado en la calle Alfonso XII frente al Parque del Retiro, es uno de los establecimientos más emblemáticos y lujosos de Madrid. Fundado en 1943 por Otto Horcher, tras huir del Berlín bombardeado, trajo consigo la elegancia de la alta cocina centroeuropea.

A lo largo de las décadas, ha acogido a la aristocracia, diplomáticos y celebridades, convirtiéndose en un símbolo de distinción. Con una decoración clásica, tres salones y un bar en el sótano, destaca por sus platos de caza, elaboraciones tradicionales como el goulash, y postres servidos al estilo ruso como el crêpe Sir Holden. Su carta conserva el refinamiento y el sabor de la vieja Europa, siendo una experiencia única en la capital.

Carta

El restaurante Horcher, uno de los más emblemáticos de Madrid, ofrece una carta que fusiona la tradición centroeuropea con un refinado gusto por el detalle culinario. Sus entradas frías destacan por la sofisticación de sus ingredientes y la delicadeza en su preparación.

Desde el caviar presentado en porciones exclusivas hasta la terrina de foie de oca, cada plato es una invitación a disfrutar de sabores elegantes y texturas cuidadas. Platos como el salmón marinado a la rusa o el águila ahumada con salsa de rábano picante evocan la herencia gastronómica de Europa del Este, mientras que propuestas como el carpaccio de venado con higos picantes o el tartar de atún con patatas soufflé combinan tradición con un toque moderno y creativo.

En el apartado de entradas calientes, el restaurante no se queda atrás. La empanadilla de foie y trufa, las vieiras con puré de apionabo o el huevo poché sobre Kartoffelpuffer demuestran un dominio técnico impecable. Para los amantes de las verduras, la menestra de la huerta o los fondos de alcachofas rellenos de setas ofrecen opciones ligeras pero sabrosas. El cangrejo blando en tempura y el foie con reducción de Oporto elevan la experiencia al combinar ingredientes selectos con técnicas que potencian sus matices.

Las sopas y cremas también ocupan un lugar destacado en la carta, con opciones reconfortantes como el consomé al Jerez o la crema de lentejas con croutons y Frankfurter, que rinden homenaje a los sabores clásicos de Europa Central. Otras propuestas, como la bisque de bogavante o la crema de guisantes con langostinos tigre, introducen matices marinos y verdes que aportan equilibrio y frescura al menú.

Dentro de las ensaladas, el restaurante favorito de Isabel Preysler propone combinaciones tan originales como la de bogavante, la de alcachofas con cangrejo real o la de patatas con huevo poché y mostaza de Pommery, todas ellas pensadas para realzar el producto principal con aderezos cuidadosamente seleccionados.

En cuanto a los pescados y mariscos, platos como la lubina al horno, el rodaballo salvaje grillé o el ragout de bogavante reflejan la capacidad del restaurante para trabajar el producto con respeto y creatividad. La oferta se completa con especialidades como los raviolis de rodaballo y gambas, y los langostinos tigre al curry verde, que introducen matices exóticos en una carta clásica.

Para los amantes de la caza, Horcher ofrece opciones refinadas como la perdiz asada con uvas, la becada al natural o a la prensa, y el lomo de corzo asado. Platos como el Stroganoff de corzo o la chuleta de ciervo con puré de boniato muestran cómo se puede reinterpretar la caza con un enfoque contemporáneo y lleno de sabor.

Finalmente, los clásicos de la casa hacen honor a la historia del restaurante. El pato asado al natural, el goulash húngaro, el steak tartar o el Stroganoff a la mostaza de Pommery son referencias imprescindibles que han consolidado el prestigio de Horcher. Junto a ellos, platos como la hamburguesa Horcher, los escalopines a las trufas o los riñones de ternera al fino completan una carta única que combina tradición, excelencia y distinción.