Galapagar pide más efectivos a Marlaska: «La Policía Local trabaja en exceso tras la llegada de Iglesias»
El Ayuntamiento de Galapagar vuelve a protestar ante el abandono que está sufriendo por parte del Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno en Madrid. Reclama más efectivos de Guardia Civil ya que el dispositivo permanente en la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero está provocando una falta de seguridad en el resto del municipio.
Desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana insisten públicamente en un comunicado en «la necesidad de un incremento de efectivos de Guardia Civil». Exponen que «la Policía Local está afrontando un trabajo excesivo por tener que atender avisos que son competencia de la Benemérita, pero que ésta no pueden atender por falta de efectivos».
El Consistorio, gobernado por el PSOE y Ciudadanos, ha escrito varias veces a la Delegación del Gobierno pero se queja de que todavía «no se ha obtenido respuesta». Explica que hubo «diferentes escritos y llamadas del alcalde (PSOE) y la concejala de Seguridad Ciudadana (Cs) para solicitar más efectivos de Guardia Civil», pero no se ha conseguido lo que se pretendía desde las oficinas municipales.
No habrá respuesta
En todo caso, tal como ha podido saber OKDIARIO, la Delegación del Gobierno, gestionada por el socialista José Manuel Franco, no tiene previsto responder. En un documento obtenido por este periódico a través de Transparencia, el equipo del líder del PSOE-M afirma que no tiene idea de ni si quiera por cortesía responder a ese municipio. Únicamente «toma nota de la petición».
En la respuesta del equipo de Franco a este periódico se detalla que «tuvo entrada en esta Delegación el escrito (del Ayuntamiento de Galapagar), de cuya petición se tomó nota, no precisando escrito de respuesta, habida cuenta de las gestiones apremiantes de esta Delegación en las gestiones derivadas del Estado de Alarma para el territorio en esas fechas».
Por otra parte, mientras Galapagar y la sierra noroeste de Madrid están viviendo un aumento de la inseguridad, Franco está prometiendo refuerzos de Guardia Civil en otros municipios.
«Como hemos dicho en varias ocasiones, entendemos la decisión de dar seguridad en zonas concretas [la casa de Iglesias] porque, por desgracia, se necesita, pero no podemos desatender al resto de habitantes que tiene nuestro municipio, cuya seguridad no puede garantizarse únicamente con el trabajo de la Policía Local, como bien saben desde la Delegación», ha explicado la concejal de Seguridad, Mercedes Nuño Masip. El Consistorio especifica que la petición de esta edil «representa la de toda la corporación». Es decir, también al alcalde y los concejales socialistas que son compañeros de partido de Franco.
Obras en el cuartel
Por otra parte, el Ayuntamiento saca pecho de haber concluido obras en el cuartel local de la Guardia Civil. Ante el abandono que sufrían estas dependencias por parte de Interior, el Consistorio ha reformado el acceso al edificio, asfaltando y construyendo una rampa que facilite la accesibilidad entrada a personas en silla de ruedas y otros problemas de movilidad a la oficina de denuncias. Los escalones que había impedían la entrada a estas personas.
Destacan que «a pesar de no ser el organismo competente para ello, el Ayuntamiento ha decidido realizar estos trabajos para mejorar la accesibilidad de los vecinos del municipio a la oficina de denuncias del acuartelamiento».
Pero las deficiencias no quedan ahí. Aún están pendientes obras de mejora en el interior de estas oficinas de la Benemérita. Como se aprecia en fotografías que publicó OKDIARIO, mientras Iglesias tiene un dispositivo sin precedentes para vigilar su vivienda, los efectivos de la Guardia Civil tienen que trabajar en salas con graves problemas de moho y humedades.
Sobre este punto, la Delegación de Gobierno finalmente ha ordenado el arreglo de las instalaciones y la renovación de la conducción del agua, para así terminar con los problemas de filtrado en las paredes que los agentes llevaban años sufriendo en este acuartelamiento.
A pesar de que la Oficina de Riesgos Laborales de la Guardia Civil indicó a los agentes que que no corrían riesgo por el moho que hay en sus oficinas, técnicos del Ayuntamiento alertaron de que las sustancias podrían ser tóxicas. «La única solución que nos dan es que trabajemos con las ventanas abiertas», lamentaban profesionales del cuerpo. Por ello, ante la situación crítica, decidieron despachar desde los vehículos patrulla que tienen aparcados fuera del inmueble y no dentro.