Un abogado fundador de Podemos dirige la ‘Marea de Residencias’ que quiere llevar a Ayuso al Supremo
El abogado Carlos Vila, fundador del círculo jurídico de Podemos, dirige la ‘Marea de Residencias’ que ha denunciado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ante el Tribunal Supremo por el drama en las residencias durante la pandemia del coronavirus. En una charla telemática con personas interesadas en la demanda, este abogado revela que el objetivo es literalmente «aprovechar el tema de las residencias para acabar con las concesiones privadas en la Sanidad».
Carlos Vila es uno de los tres abogados que ha impulsado esta querella de ‘Marea de Residencias’, un movimiento íntimamente ligado al partido de Pablo Iglesias. La portavoz parlamentaria del partido Sofía Castañón expresó recientemente que el modelo que plantea este grupo de presión es el que defiende Podemos. En la charla online que publica OKDIARIO, este abogado expone los fines espurios de sus maniobras judiciales. Pide abiertamente utilizar el drama de los muertos en los asilos para potenciar la estatalización y, así, acabar con las empresas privadas que se encargan de gestionar estos servicios.
«La Sanidad es muy golosa y da mucha pasta. Lo grave de toda esta pandemia es lo que ya sabíamos muchos y ahora otras personas lo ven también: la Sanidad como servicio público tiene que estar en manos del Estado, no puede estar nunca en manos privadas», comienza exponiendo ante la decena de personas vinculadas a la izquierda que asiste a esta charla virtual promocionada en redes sociales.
Señala que esa es «una lucha fundamental». «Es verdad que llevamos tiempo dándola, pero que ahora con el tema de las residencias hay que aprovechar, hay que potenciar toda esta historia que ha pasado en las residencias, esta especie de eugenesia cometida con los ancianos. Aparte de la solución penal, la política pasa por la desprivatización y por una ley de residencias en la que claramente lo importante es el paciente y los trabajadores sanitarios especializados, el personal de limpieza, los auxiliares, etc. En esa guerra vamos a estar lo más que podamos», expresa.
Al darse cuenta de lo duro de sus palabras a continuación trata de matizar y agrega: «Hay que aprovechar, lo digo en el sentido entre comillas». No obstante, a renglón seguido continúa exponiendo su hoja de ruta en lo que califica de «guerra».
Tregua con Reyero
Otro aspecto interesante que comenta Carlos Vila es que ‘Marea de Residencias’ únicamente ha denunciado a la presidenta Ayuso y los consejeros de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, e Interior, Enrique López. Comenta que no quiere denunciar al titular de Políticas Sociales, Alberto Reyero, por «estrategia procesal».
Destaca que Reyero llamó al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, para «pedirle ayuda» con las residencias para saber «qué hacer porque no sabía cómo manejar la situación» y, por ello, le considerarían un aliado. No obstante, no tendrán problema en llevarle igualmente ante los jueces. «Si luego hay que ampliar la querella contra él, lo haremos», avanza este abogado.
«Creo que la estrategia ha sido buena, porque Reyero no está más que hablando y contando cosas en los periódicos que son importantes para que esto vaya para adelante», puntualiza este abogado que aplaude que este consejero desmienta a sus compañeros de Gobierno sobre la medicalización de las residencias.
Aunque el Gobierno de Pedro Sánchez asumió el mando único y Pablo Iglesias salió en rueda de prensa en La Moncloa como el encargado de gestionar el plan de choque para las residencias, este abogado señala que no hay por qué denunciar al Ejecutivo central. «Las competencias son exclusivamente de las comunidades autónomas», asegura. No obstante, reconoce que el Ejecutivo central podía haber hecho más ante el drama con los mayores. «Podía haber hecho un 155 a algunas comunidades, lo malo es que igual el Parlamento no se lo hubiera permitido», lamenta.
Por otra parte, Carlos Vila demuestra su desprecio y paternalismo por Ayuso. «No sé si esta mujer va a aprender algo o no. A mí me gustaría que primero se fuera. Y segundo, que el Tribunal Supremo le condenara, eso es una manera de aprender, ¿no?», afirma entre risas.
Ataques al Supremo
Por último, sobre si es optimista con el desarrollo de la querella, que está pendiente de admitir a trámite en el Alto Tribunal, este abogado señala que «sería muy difícil argumentar por qué no se admite, es prácticamente imposible para jueces normales».
Criticando a los magistrados de este órgano dice que «el problema es que el Tribunal Supremo español es el tribunal más politizado del mundo y lo está hacia la extrema derecha». «A mí me da mucho miedo que digan que va a ser Pablo Llarena el que va a investigar. Aunque, claro, a lo mejor se quiere lavar la imagen y en este caso nos dan la razón», especula este abogado laboralista madrileño desde hace 44 años conocido por defender a Rigoberta Menchú por el genocidio de Guatemala o ser el «abogado de guardia» del 15-M.