Ensaladas de invierno ricas y saludables
Las ensaladas son perfectas para todo el año
Las ensaladas son uno de los platos más consumidos en primavera-verano, pero cuando llega el frío, especialmente en invierno, suelen descartarse por considerarse veraniegas, pero nada más lejos de la realidad. Hay muchas ensaladas de invierno ricas y saludables que pueden ser un plato fantástico cualquier día, por frío que haga, tanto de día como de noche.
Nuestra mente asocia las ensaladas con los platos fríos, ideales para verano, pero lo cierto es que hay ensaladas que incluso llevan elementos tibios para darles un poco de calor. De igual manera, si es buena, incluso fría entra divinamente en invierno.
Preparar ensaladas de invierno es fácil y saludable
Es muy importante que en tu ensalada invernal incluyas alimentos que te sacien, que no te dejen con hambre, y combinarlas con un plato caliente, como por ejemplo una pechuga de pollo a la plancha o un pescadito al horno.
Elige hojas verdes y verduras que sean de temporada, además de las que suelen estar todo el año y que son perfectas para ensaladas de invierno también, como canónigos, rúcula, lechugas, espinacas, etc. La hoja verde debe ser siempre la base de cualquier ensalada, sea cual sea la época del año. Añade germinados como soja, cebolla, lentejas, brócoli… ve cambiando los ingredientes en las ensaladas para que no te aburras de comer siempre la misma.
Una vez que tienes la ensalada más o menos preparada, es importante que añadas ingredientes templados, que bien pueden ser sobras de otros platos, como arroz, quinoa, pasta, legumbres, carnes… También puedes añadir patatas asadas o cocidas, calabaza, coliflor o zanahorias, todo ello en temperatura media, templada.
Puedes añadir ingredientes extras como frutos secos, semillas, champiñones, espárragos blancos, tomate, frutas deshidratadas, hierbas frescas… aportarán sabor y también textura.
Para rematar tus ensaladas de invierno de la mejor manera, añade alguna salsa densa que se pueda templar, dejando de lado los típicos aliños frescos o salsas frías que te bajarán la temperatura. Templa salsas que son idóneas para templar, no lo hagas por ejemplo con una vinagreta o una mayonesa.