Cómo prevenir la piel seca después de la ducha

Las duchas calientes son ciertamente buenas para la mente y el cuerpo, pero al mismo tiempo también pueden dañar la piel, dejándola seca y con picazón. Esto se debe a que el agua caliente extrae los aceites y la humedad de la piel que, en consecuencia, permanece deshidratada. Un problema que puede afectar a muchas más personas de las que podemos llegar a pensar de modo que si sales de la ducha y notas que la piel está reseca, te ofrecemos consejos para prevenir este problema.

Prevenir la piel seca después de la ducha

Si esto también te sucede a ti, lo mejor que puedes hacer es tratar de permanecer en la ducha el menor tiempo posible. Sabemos que no es fácil porque el agua caliente relaja y regenera pero piensa que mientras tanto te duele la piel.

Además de esta precaución a seguir, existen muchos otros remedios para prevenir este fenómeno. Tratemos de entender cuáles son para vencer mejor el problema.

Normalmente, para tratar la piel seca es fundamental nutrirla y mantenerla hidratada. Esto significa utilizar cremas hidratantes que, sin embargo, no siempre resultan eficaces y adecuadas para nuestra piel. Por eso, si estos episodios de piel seca se dan con mucha frecuencia, sería recomendable identificar la crema adecuada junto con un dermatólogo. Esta crema debe aplicarse siempre después de la ducha. Pero si queremos ver una mejoría a corto plazo lo mejor es usarla todos los días, tanto por la mañana como por la noche.

Prevenir la piel seca en la ducha

Para actuar antes de que se produzcan estos episodios, y por tanto prevenirlos, debes saber que las principales causas que provocan la sequedad de la piel tras la ducha pueden ser un jabón inadecuado o un agua demasiado «dura». Esto no se puede descartar porque en muchas zonas el agua es muy calcárea y esta es una de las principales causas de la sequedad de la piel.

Entonces, lo que puedes hacer es reemplazar el jabón con un detergente suave y lavarte con agua tibia. También es mejor limitar las duchas si es posible. Si sientes la necesidad, puedes intentar reducir el tiempo que pasas en la ducha (incluso cuando te limpias la cara). Así que evita los baños calientes.

Otra causa podría ser el uso de productos inadecuados que no son adecuados para tu piel. Así que ten cuidado de comprar geles de ducha ligeramente agresivos con un pH neutro y sin jabón. O opta por aquellos ricos en humectantes, como la manteca de karité. Pero la base de la prevención es, también, la nutrición. Beber mucha agua (quizás complementándola con té e infusiones) y comer sopas, nueces o almendras es el secreto para reducir las posibilidades de que ocurran tales episodios.

Dicho esto, la picazón es una reacción muy común después de tomar una ducha. Pero si comienza a aparecer una erupción o descamación de la piel, lo mejor es consultar a un dermatólogo. Por lo demás, ¡sigue todos estos consejos y verás que ya no tendrás problemas!.