Juegos Olímpicos de París

España se despide de las medallas en baloncesto femenino

España completa su peor partido en el día decisivo de los Juegos

Bélgica se confirma como la bestia negra española

Programa y resultados del baloncesto olímpico en París

Baloncesto femenino
Gustafson penetra a canasta ante Bélgica
Guillermo Sáez

La selección española de baloncesto femenino se ha despedido de las medallas en los Juegos Olímpicos de París tras encajar una contundente derrota frente a Bélgica (66-79). España solo plantó batalla durante el primer cuarto en el Bercy Arena. El resto de la eliminatoria fue un suplicio donde fue encadenando vías de agua hasta el naufragio total. Adiós al sueño de la segunda medalla olímpica después de la plata de Río 2016.

España había completado una primera fase con pleno de victorias, si bien con el asterisco de que dos de ellas se habían logrado por un solo punto. A la hora de la verdad, tan solo Megan Gustafson (21 puntos), estadounidense de nacimiento y española por carta de naturaleza desde el año pasado, y Maite Cazorla (13) se salvaron de la quema. El resto de la selección se esfumó ante un rival muy superior que se confirma como bestia negra, ya que también le ganó a España en la última final del Eurobasket.

Los dos primeros de ataques de Bélgica desembocaron en dos triples de su mejor jugadora, Emma Meesseman. Un buen indicativo de lo que estaba por venir en la mala primera parte de España, que en ataque solo encontraba a Gustafson y en defensa no mordía nada de nada. Hubo que espera más de 13 minutos de juego para que le pitaran la primera falta al equipo de Miguel Méndez. Un síntoma claro de la falta de tensión en la zaga.

A esa flojera defensiva se sumó el acierto de Bélgica, que no falló ni nuno de sus cuatro primeros triples y se cobró su primera ventaja (8-13). Espabiló España con la misma fórmula, cuatro triples seguidos de Gustafson, María Conde y dos de Maite Cazorla. Finalizaba el primer cuarto con un triple a tabla de la estadounidense que ponía los contadores a cero (26-26).

Otro triple de Gustafson al inicio del segundo parcial puso a España al fin por delante (29-26), pero solo fue un espejismo. La jugadora de Wisconsin se quedó sola, a su alrededor no encontró ninguna ayuda en ataque y, para colmo, tampoco mejoraba el rendimiento defensivo del equipo. Por contra, a Bélgica se le veía entonada y segura, motivada después de su supervivencia milagrosa en la primera fase. El resto del encuentro fue un ejercicio frustrante de impotencia española.

Suplicio y eliminación

Las belgas, con la corpulenta Linskens haciendo estragos en la pintura, rompieron el partido con un parcial de 3-18 que les llevó a un +13 de máxima (35-48). España tenía muchos deberes al descanso, pero siguió comportándose como una mala alumna y acumulando tareas en el tercer cuarto que nunca resolvería. No había reacción por ningún lado, nadie daba un paso al frente y el partido se deslizaba por el tobogán de una dura paliza olímpica.

Por contra, Bélgica no bajaba el pie del acelerador y siguió estirándose en el marcador con un baloncesto alegre e intenso que desarbolaba a las españolas por momento. Encima Gustafson también le perdía la cara al partido y el marcador reflejaba un contundente +22 para las belgas a falta de 13 minutos para el final (41-63). Vanloo hasta se permitía vacilar después de un triple con un gesto algo chulesco. Todo mal.

En el último cuarto, el arranque torero de España le dio para recortar su desventaja hasta -11 (60-71), pero Vanloo se encargó de abortarlo con un triple. El milagro que se necesitaba era demasiado grande y no se vio ni atisbo. Igual que sucedió hace tres años en los Juegos de Tokio, los cuartos de final son el muro de la selección femenina. La masculina ni superó la primera fase. Al menos la plata del 3×3 salva los muebles del baloncesto español en París.

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