La vida loca al volante de Francesc en su coche tuneado mientras suplica en televisión por la eutanasia
Estas nuevas imágenes del hombre de 55 años son también posteriores a su solicitud de asistencia para morir
"No estamos en contra de la eutanasia, pero este caso lo que necesita es un tratamiento de salud mental", dice su entorno


Francesc Augé, el hombre de 55 años que ha pedido la eutanasia en Cataluña, conserva intacta su pasión por los coches, como el suyo, un Mercedes Kompressor azul tuneado de su propia mano, con el que sigue disfrutando estos días. Sin embargo, ha solicitado asistencia para morir, alegando que padece secuelas de dos infartos y cuatro ictus en los últimos años que le han dejado un 75% de discapacidad. Afirma que arrastra un «sufrimiento crónico imposibilitante» (uno de los supuestos de la ley), en gran parte psicológico.
Si bien OKDIARIO ya mostró este jueves a Francesc Augé bailando en una discoteca de Tarragona el año pasado, este viernes publica otras imágenes recientes de este hombre en las que se le ve llevando vida normal, en un ambiente distendido. En este caso, Augé aparece conduciendo de noche su Mercedes el pasado verano, sonriente y con música de rumba, de fondo. Las imágenes también revelan numerosos cambios que él mismo le ha hecho a su coche, al que ha puesto luces de neón o una cámara delantera, entre otros accesorios de tunning.
Uno de los momentos que recoge hoy este periódico se produjo hace sólo un mes, según las fuentes consultadas. Aquí se puede ver a Francesc Augé -que ahora no se separa de la muleta de la que antes prescindía- agachado debajo del coche, como si fuera un mecánico. «¿No te duele nada o qué?», le pregunta uno de los presentes. A lo que él responde tumbado debajo del coche mientras hace fuerza apretando una pieza: «Ahora no», dice hasta por dos veces desde el suelo, junto al Mercedes de segunda mano que adquirió en 2021. Una de las pegatinas del vehículo señala «My life, my rules (mi vida, mis reglas)».
«Es un manitas», subrayan las fuentes citadas, que recuerdan su pasado como camionero. «Fue tras darle su segundo ictus cuando se compró este coche de segunda mano, que no ha dejado de tunear desde entonces», añaden las fuentes. Desde su entorno remarcan que «no están en contra de la eutanasia, pero advierten de que «este caso es distinto», subrayando que «lo que necesita Francesc es un tratamiento de salud mental».
«Él es consciente de todo, no conduce cuando bebe, y le gusta mucho correr», comentan otras fuentes sobre su velocidad al volante. Además, ponen en duda que Francesc cumpla con su medicación.
Todas estas imágenes que publica OKDIARIO este viernes son posteriores a su solicitud de aplicación de la eutanasia, que se remonta a 2023, cuando tomó la decisión de empezar los trámites con su médico. De ahí que este material audiovisual sea especialmente relevante para la nueva fase judicial que ahora afronta el caso. Y es que el pasado julio, su escrito pidiendo asistencia para morir llegó a ser validado por la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña, conforme a la ley impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE).
De hecho, esta eutanasia estaba prevista ejecutarse a mediados de septiembre de 2024. Pero ha sido su padre, de 94 años, con el que convive, al que ayuda en tareas del hogar, y lleva incluso al médico, el que ha paralizado el proceso con su representación letrada, al presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
«La gente se piensa que si no se ve el dolor, no existe, y para mí existe», asegura Francesc Augé. Nacido en Vallirana (Barcelona), dice haber sufrido tres ictus y dos infartos en 2020, 2021, 2022 (y un cuarto ictus en 2024, después de dejar la medicación), lo que le ha causado importantes secuelas que afectan a su movilidad y habla, sostiene. En la valoración médica, Francesc señaló a los médicos que «no se gusta» y que «a raíz de su discapacidad no le encuentra sentido a la vida».
Recursos del padre y la Fiscalía
La semana pasada se conoció que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha acordado llevar a juicio la eutanasia de Francesc Augé después de que su padre lograra paralizarla vía recurso. El alto tribunal determinó que los progenitores están legitimados a intentar frenar la muerte asistida de un hijo más allá de la relación afectiva.
Así, el TSJC estimó los recursos presentados por la Fiscalía y por el padre del hombre contra la decisión de la juez de Barcelona Montserrat Raga de avalar su eutanasia y acordó que su petición de «muerte digna» se dirima en un juicio en el Juzgado contencioso-administrativo número 5 de Barcelona.