Prisa no logra convencer a nuevos inversores para cubrir una ampliación de capital de más de 30 millones

El presidente de Prisa y el director de Contenidos han puesto el punto de mira en los últimos accionistas que desembarcaron en Prisa

Ampliación de capital en Prisa: Amber sube al 29,58% y el jeque qatarí reduce al 6,3%

Prisa, refinanciación
Joseph Oughourlian, presidente de Prisa. (EP)
Manuel Cerdán

A Prisa, la editora de El País y La Ser, le está costando convencer a nuevos inversores que suscriban una ampliación de capital de más de 30 millones de euros a fin de cubrir la falta de liquidez y afrontar los compromisos financieros del grupo, según ha confirmado a OKDIARIO un miembro del Consejo. La cantidad se aproxima a lo desembolsado por Global Alconaba, en mayo de 2022, por la compra de las acciones en poder de Telefónica, según fuentes internas de la compañía periodística.

En esa búsqueda desesperada de accionistas, el presidente de Prisa, el empresario franco-armenio Joseh Oughourlian y el director de Contenidos, Miguel Barroso, han puesto el punto de mira en los últimos accionistas que desembarcaron en Prisa, pero los socios del grupo Global Alconaba se resisten a aumentar su participación en la compañía. Principalmente, por los problemas financieros del holding fundado por Polanco. En la actualidad, la acción de Prisa está valorada en 0,29 euros, mientras las acciones de Inditex se pagan a 25.60 euros.

Global Alconaba compró a Telefónica el paquete del 7% del capital social de Prisa, convirtiéndose en el tercer accionista de la compañía tras Amber Capital (29 %) de Oughourlian y el grupo francés Vivendi (9,95 %). En la operación las acciones fueron valoradas en 68 céntimos, pagados en efectivo, lo que supuso una inversión de 34 millones, una valoración por encima del precio del mercado que fijaba la acción a 59 céntimos.

Fernando Ocaña, fundador de la agencia Tapsa y uno de los inversores de Global Alconaba, junto a Andrés Varela Entrecanales (administrador único), y Daniel Romero-Abreu (Thinking Heads), había coincido con Miguel Barroso en la multinacional WPP, en la que era su jefe.

El que fuera secretario de Estado de Comunicación en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue colocado por el empresario armenio en el Consejo de Prisa en representación de su grupo Amber Capital UK LLP como consejero dominical. El periodista con una larga trayectoria en Prisa y fundador de La Sexta se convirtió en el hombre fuerte del grupo editorial controlado históricamente por la familia Polanco y Juan Luis Cebrián. Tras su amistad con Zapatero, Barroso mantiene unas excelentes relaciones con Pedro Sánchez. No sólo es un asiduo visitante de La Moncloa, sino que asesora al Gobierno socialista en la política de comunicación.

La operación entre Global Alconaba y Telefónica para la adquisición de los 50,1 millones de acciones fue propiciada y autorizada por el presidente Pedro Sánchez, después de llegar a un pacto con la cúpula de Prisa y la operadora telefónica. Las acciones fueron financiadas con un crédito de Caixabank, concedido a título personal a los inversores. El Banco Santander, pese a las presiones de La Moncloa, se resistió y se opuso a venderles otro paquete de acciones (4,1%), lo que habría supuesto el desembolso de otros 19.4 millones de euros.

El rescate de Rajoy

Lo paradójico es que la estabilidad financiera y empresarial de Prisa -propietaria del «diario independiente de la mañana»- ha estado marcada por vaivenes políticos y por el protagonismo de los dos últimos presidentes de los gobiernos populares y socialistas. Primero, fue rescatada, en 2012, por los bancos Santander, Caixabank y HSBC en una operación que gestionó la vicepresidente Soraya Sáez de Santamaría y contó con el visto bueno de Mariano Rajoy, que acababa de llegar a La Moncloa. Las tres entidades bancarias decidieron capitalizar 300 millones de euros de la deuda de Prisa. En la operación también participó Telefónica, presidida por César Alierta, que adquirió bonos por un valor de 100 millones de euros.

Dos años después, la operadora de telefonía compró Digital Plus a Prisa por 725 millones de euros, lo que evitó la quiebra del grupo. Esa adquisición dio origen a la plataforma televisiva Movistar Plus.

Recientemente, el presidente Sánchez se ha asegurado un mayor control sobre la línea editorial de El País y la Ser con la operación de entrada de nuevos accionistas del entorno de Barroso y con la publicidad institucional que el Gobierno ha destinado al grupo Prisa. Oughourlian, que gestiona en bolsa más de 1.000 millones de euros, asumió la Presidencia de Prisa a comienzos de 2021 con el apoyo del 99.9 % de los accionistas, en un momento de crisis financiera de la compañía. Se comprometió a activar un plan de refinanciación, pero no ha podido completarlo.

La directora financiera de Prisa, Pilar Gil, adelantó hace meses que uno de los primeros objetivos del grupo era ese: «La maximización de la caja de la compañía». Por ello, la Junta de Accionistas, reunida en junio de 2022, aprobó un aumento de capital. Entre otras medidas, los accionistas dieron su voto a favor del aumento del capital social mediante compensación de créditos, como parte del proceso de refinanciación. Así mismo, delegaron en el Consejo la facultad de emitir obligaciones, bonos y valores de renta fija, pagarés y participaciones preferentes.

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